Ayer tuvimos la oportunidad de escuchar el testimonio de una mujer que fue atacada por el cáncer de mama. Algo que recordamos fue la determinación que tuvo, a pesar de los temores, en que no estaba sola y que en todos de transitó estaría acompañada por Dios. Su dolencia en vez de debilitarla lo que hizo fue reforzar su fe. A veces no le damos espacio a Él para que nos muestre lo que es capaz. Queremos adelantarnos a todo y seguir manteniendo el control hasta de lo que no podemos. Perdemos en el camino con nuestro accionar de nuestra fe. La entereza y la decisión de seguirlo debe ser creíble, hasta para ti, no importa la adversidad. Créele.