A veces hay momentos situaciones o instrumentos que la vida te pone y cuando suceden o cuando los recibes, sin son presentes que se dan desde el corazón; no sabes qué significado tienen en tu vida o de que te servirán en ella. Cuando algún evento o acontecimiento o experiencia más adelante ocurre en tu caminar, te das cuenta que todo ese tiempo o momento, Él te había estado preparando para que pudieras salir adelante ante tal o cual prueba o particularidad en tu existencia.
A veces Él quiere que reafirmarnos que está junto a nosotros y que si no lo estamos viendo, podamos sentirlo desde el corazón y desde el amor. Alguien hace un buen tiempo me regaló este pasaje y lo atesoro como un mensaje de fortaleza y de recordatorio que Él sigue estando ahí y no abandona a quienes siempre lo busca desde el alma. Esto lo comparto a quien pueda servirle: “No temas, porque yo estoy contigo, no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sostendré con la diestra de mi justicia”. (Isaías 41:10).
Quien me lo obsequió no sabe el diamante que me otorgó. Y las veces que el mismo me ha salido enviado por otras muchas personas más. Hoy lo remito para hacer lo mismo que hicieron conmigo y que se Él así lo desea. La riqueza está más en dar, que recibir. Gracias Señor.