“Es humano ver los errores personales como deslices y los ajenos como horrores, pero esa “natural” contracción de las pupilas es realmente estrechez de la conciencia. El amor cubre multitudes de faltas, no critica ni juzga, edifica. Todas las veces que un error inesperado acontece abre un espacio interesante para que la creatividad, diligencia y nobleza humana lo convierta en una hazaña del corazón. Entrega la gran oportunidad de revertir situaciones y convertirlas en la materia prima del perdón, la paz común y la novedad, y por qué no? A caso salvar una relación no es más importante que salvar un bien material o su equivalente monetario? Nunca devaluemos nuestros afectos mientras engrosamos nuestros intereses, eso puede que nos cotice en la balanza pero definitivamente nos desliza en la confianza!”. (Cosme).
Dicen que quien hoy requiere soporte, mañana será el soporte de quien le ha negado. Hace tiempo que aprendí que cuando vas en contra del mandato de DIos o de su camino, tarde o temprano, te mostrará en lecciones lo que te enviaba como señales. A veces somos fuertes con los demás, porque somos existentes con nosotros mismos en debilidades que tenemos nosotros mismos, pero que nos cuesta reconocerLo. Alguien me decida ayer: “antes que ver la paja en el ojo ajeno, he aprendido y asimilado, ver la viga en el mío”. Un pasaje bíblico, que adaptó en algunas palabras a lo que me quieres significar. Mientras no podamos ver nuestra situación nada cambiará a nuestro alrededor. Hasta que no nos sinceramos, no podemos predícele al otro sinceridad y claridad. Hace tiempo que aprendí a ver mi propia viga y a mi castigarme por ello, sino a mejorarme y buscar estar por encima de mis debilidades, sabiendo cuales son y no acercándome a ellas para no seguir en el mismo sendero. Y no para todo ello, requiero de la presencia divina todos los días. Reconociéndome que puedo fallar y que no soy infalible y eso me ayuda a que todo en mí cambie y cambie para bien en mi entorno.
No me creo controlarlo todo y ese temor estoy consciente que puedo caer y que pueden darse situaciones que están por encima de mi voluntad y de mis capacidades, he aprendido a no creerme por encima de nada ni nadie, he aprendido que junto a Dios, puedo ser mejor ser humano. No nos quedemos pensando que ahora ser feliz es tener la ausencia de problemas. Luchando desde el amor, es posible enfrentarlo todo y resistir embates. Aún pasando por adversidad no debes alejar el amor de ti mismo y el que entregas a los demás. Si pones como condición que estar fuera de conflicto comenzarás amar, nunca lo harás. Es una excusa para no entregarte ni hacerlo. Tenemos a quien lucha contra lo imposible para hacer lo posible en ti. Cuantas veces te ha demostrado El a través de su presencia en otras personas de la historia, de ti mismo y de otros que has conocido, que a pesar de adversidades, El siempre ha estado presente y es ahí donde debes ver el amor y tu confianza hacia El y a lo que te señala hoy.