Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

lunes, 15 de octubre de 2018

Reflexión del Día

“En 1 Juan 5:4, nuestro Señor Jesús nos habla con el acento de la autoridad implacable cuando dice: “…y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra nuestra fe”. La fe nos hace invencibles e incansables. Nos trae de vuelta a las arenas del combate con el orgullo de los gladiadores. Fe no es simplemente derribar gigantes, es sepultar al parásito que quiere erigirse a costa de tu alma; cortarle la cabeza a la serpiente que se desliza silenciosa sobre tus ilusiones, robando tus bríos e inspiración, fe es callar las tormentas clandestinas que sacuden tus rutinas de oración, para robarte la eficacia de tus convicciones y separarte de tus bendiciones. Fe es saber que luchar es nuestro propósito y vencer es nuestro destino”. (Cosme).

A alguien le decía: “que no hay mayor de sensación que cuando sientes en ti la presencia divina”. Cuando eres capaz de entregarle tus preocupaciones y angustias, puedes darte cuenta que enfrentar los problemas lo es que sean más fáciles, pero sí posibles. Que aquello que no puedes enfrentar a solas, ya tienes quien te ofrezca la compañía para no caer y no sentirte nimio ante algo que parece un monstruo de siete cabezas que cada vez que cortas una sale otra. Solamente a través de la fe, esa que impide que tus peores pensamientos te alejen del Altísimo y te hagan presa fácil de sus peores maquinaciones humanas. Cuando permites que sean ellos que dominen, podrán controlar toda esperanza. Sin embargo, cuando dejamos de creernos súper hombres y permitimos que Él nos brinde la luz a nuestro espíritu, podemos sentir un gozo que llena y perdura, es el saber que una fuerza divina está operando junto a ti y el hilo conductor es la fuerza de tu fe.