Buen día a todos y bendiciones. Cada mañana me convenzo de que estaba vivo ya es un regalo, el cómo y para qué lo vivas es el gran secreto. El hecho de que desde tu alma seas capaz de comprender que vivir desde la queja es negar a Dios, si porque dejamos de confiar en su presencia y le damos más cabida a lo que nos angustia; a lo que nos hizo daño; a lo que nos preocupa; a lo que no tenemos; a lo que en el momento no hemos podido resolver ni esta en nuestro control. Creerle a Él cuando todo está bien y dar gracias es fácil y hasta conveniente. Hacerlo cuando aún en las tempestades en tu soledad o en tus pruebas, recordarlo, dar gracias por tu salud y existencia; si es confiar a pesar de todo. A veces dejamos que quien domine nuestros corazones y pensamientos, sea lo peor y nuestras debilidades humanas; dejamos de lado todo lo bueno que estamos viviendo y hemos vivido; preferimos quedarnos con aquello que nos provoca ira y decepción o encono. Nos damos tan poco permiso de ver que ante todo eso, Él ha estado buscando sacarnos de ese marasmo y ese abismo en el que queremos estar para tener un motivo del por qué quejarnos o del por qué creer que la vida es injusta con nosotros, eso no es creerle, sino negarlo. Cuando vemos en otros espejos lo que produce no tener salud; vivir deprimido y sin ganas de vivir; sabemos el valor de la vida misma y de lo que es tener a Dios en tu corazón, que te anima, a pesar de cualquier cosa, a tener esperanzas, a luchar, a seguir creyendo en otros corazones y no olvidar que eres un ser amado. Que no estás caminando a solas y que era mucho más de lo que tú mismo piensas. Gracias Dios por la vida y derrotar el pesimismo; por derrotar el desánimo creado por nosotros mismos o por acciones que provocan otros en nosotros, pero que dependen de nuestra actitud si lo asumimos y cómo ; por abrir conciencias y sobretodo, corazones y almas que siguen confiando en ti.
