Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

miércoles, 24 de octubre de 2018

Reflexión del Día

“No dudemos ni por un momento que la palabra de Dios contiene verdades absolutas que se cumplen con un clic de fe. Su palabra es sanidad y bendición para todo creyente. Por ello la oración de fe reduce la ansiedad y acorta las distancias entre nuestra necesidad y la provisión divina. En Juan 15 nuestro Señor Jesús declaró “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho” Era una manera de decirle a sus discípulos, si tu fe no mengua, ni tu osadía cesa, si nada puede separarte de mí, estarás cerca de todo lo mío, a la distancia de una oración para cambiar tu mundo. Entonces recuerda que, las oraciones de desierto no producen milagros de paraíso, cree con todo”.(Cosme).

Hace unos años mientras nos encontrábamos a espera de visitar un doctor mi esposa, Katty y yo, le dije que bajara al lobby del hotel que deseaba orar a Dios. Estaba presto para ir donde el médico que operaría mi mandíbula que nos permitiera abrir la boca que impedía que comiera. Ya cuatro médicos antes habían opinado que debía operarme, solo uno nos había recomendado que no porque el riesgo era grande y podía quedar ciego, ya que solo nos quedaba un solo ojo con visión. Con tantas opiniones favorables a operarnos decidimos hacerlo y por eso estábamos en ese hotel y habíamos viajado a esos fines. Por eso decidí orar para decirle a Dios que si era lo que deseaba, estábamos dispuesto hacerlo y que sino, nos diera la señal. Una vez ante el médico, y mientras hablábamos los cuatro (su asistente, mi esposa, el y yo). Se quedó unos minutos viéndonos fijamente y procedió a medirme y pudo constatar que había abierto la boca unos centímetros en comparación con la visita anterior. Pensó unos momentos y me dijo: “sr Verás, no tengo que operarlo, lo suyo es un problema muscular, no óseo”. Ese doctor pudo ganarse su dinero y no me conocía. Simplemente agradecimos a Dios, porque había decidido lo que era su voluntad, no tanto la nuestra. A veces debemos evitar perder las esperanzas y lsmcreemcis en El porque s lo único que puede sostenernos ante toda tempestad o inceritidmbre. Hemos aprendido a creer en la oración de forma importante. Ella alivia; fortalece y acompaña. A veces la fe que necesitamos tener es una que sea de 180 grados. No dejar de confiar.