Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte.
Desde 2 de Junio de 2024.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Reflexión del Día

“La vida está mezclada con lo bueno, lo malo y lo feo y es nuestro deber entresacar lo precioso de entre lo vil, lo valioso de entre lo odioso y lo necesario de entre lo aparentemente inútil. La verdadera vida reside en nuestro interior, por eso una vida plena depende de ti. Al poner a Dios en el centro de ésta, siembras el árbol de vida que fructificará en todo tiempo. Ser feliz, tener paz, o prosperar dependerá de lo que siembras en otros y de cultivar inteligentemente aquello que pones en tu corazón. Cuando comprendemos que de esta vida nada nos llevaremos, entonces comenzaremos a vivir por lo único que nos podremos llevar. Recuerda que vivir es un regalo, vivir bien es un privilegio, vivir plenamente es una decisión”. (Cosme).

Existen muchas cosas que escuchábamos decir de nuestros padres o seres queridos con mayor experiencia que nosotros sobre las consejos que nos daban para que pudiéramos llevar a cabo nuestra vida de la mejor manera. Hoy podemos ver con mayor claridad que muchas de esas situaciones contadas pueden servirnos para que el caminar de nuestra vida de hoy sea mejor.

Hay decisiones que los seres humanos tomados en nuestras vidas o actitudes, que más que dañar a otros, nos laceran a nosotros mismo, nos quitan peso hacia nuestro propio valor. Hay algunas que desearíamos borrarlas del mapa del Universo, sin embargo, hoy están ahí, no para que la tengamos como látigo dándonos castigo, sino para recordarnos que como tales somos débiles y caemos fáciles ante nuestras debilidades, eso es incierto que tenemos poder. Para recordarnos que debemos ir por encima de ellas una vez la asimilemos, para no volverlas a cometer ni justificar un nuevo yerro. Es adquirir sabiduría para ser mejor versión de ti que puedes ser, porque al fin y al cabo, es contigo que tendrás que vivir por siempre. Por eso de algo debe servirnos las experiencias ajenas y propias, para no permitir, además, que los demonios de nuestros ascendientes ni los nuestros del pasado, se hagan cargo del destino de nuestras vidas de hoy igual que ayer, que lo hayamos podido avanzar en nuestros corazones y que sigamos siendo esclavos desde dentro, pensando que somos libres.

Tampoco podemos pretender querer vivir etapas que debimos hacerlo antes, ahora, porque estaremos desconectados de nuestra propia realidad. Así como cuando nos desconectamos de Dios, nuestra alma anda como un chichigua, sin rumbo, y sin Norte. De algo debe servirnos el saber de otros y aquel que hemos experimentado en cada situación que se nos ha puesto, no para dañarnos sino para ser mejores a los ojos de Dios.

Dicen que Dios sabe las pruebas que permite en cada persona. Porque de alguna manera conoce  de que son capaz y hasta donde puede soportar o llegar quien está enfrentando determinada situación. Pero también en ocasiones desea pulir de una forma o de otra, la fe de quien requiere pulirla o pasarla por el fuego de la dureza para saber si puede mantenerse en el camino que Él ha propuesto.