“Se dice que nos convertimos en lo que hacemos. Pero qué tal si cuando hacemos lo que hacemos, no somos lo que debemos por estar resistiendo lo que somos. Se da el caso de quienes actúan no contra su voluntad, pero sí contra su esencia. Sería contra su voluntad si alguien se lo impone, pero es contra su esencia cuando se lo auto impone. Sea como sea, sernos leales es la condición para serlo con otros. Somos hijos de Dios; no obstante, necesitamos conocernos mejor… Conocer la verdad nos hará libres. Esa libertad nos hará esencialmente genuinos, francos y confiables. No somos quienes somos por lo que hacemos, logramos o nos hacen ser, sino por la decisión de darle a nuestro corazón la libertad de reflejar lo mejor de nuestra esencia”. (Cosme).
Dicen que aquello que es de la esencia es lo único que puede buscar para transformarte a ti mismo. Lo que está fuera de aquello, es solamente puro ego. O creernos como seres humanos que lo podemos todo, sin su ayuda. No pierdas la oportunidad que muchas veces nos ofrece el poder divino. Es de libre albedrío ver esa puerta y camino y tomarlo. No quedarnos simplemente en el mismo lugar que no nos ofrece mejoría sino el mismo resultado negativo para nuestro propósito de vida. Merecemos seguir mejorando.
No deseches la Palabra y lo que Él te ha mostrado ayer es capaz.
Nadie puede hacer de ti y en ti, si tú no estás dispuesto hacerlo desde tu corazón. Una vez lo haces, Él podrá hacer milagros en ti.