“Todo lo que existe es un reflejo claro de su fuente. El mal está representado por los depredadores, los engañadores, los adversarios de la verdad, el bien y la paz. Dios por su parte escoge lo imperfecto, lo sencillo, para mostrar su extravagante sabiduría y bondad, escoge hombres y mujeres donde pone su más puro afecto y en sus corazones derrama la carga por otros hombres, por naciones, sistemas y situaciones. Los dota de pasión y compasión para usarlos como sus instrumentos estelares en indescriptibles circunstancias o incomprensibles escenarios. Allí son esa gota, que sin ser la lluvia revela la fuente, en su esencia se revela la presencia de aquel que ama con paciencia, sirve con vehemencia y perdona con consciencia. Cuando amamos es cuando mejor representamos a Dios”. (Cosme).
Sin importar que estés pasando o haya pasado. Sin importar que no lo recibas, lo único que puede enfrentar: resistir; luchar; y levantarse renovado; es través del amor. Es lo que Dios utiliza con nosotros para sanarnos. El Evangelio de hoy es una muestra cuando Jesús le dice a Pedro sobre a quién más amar, y responde, a quien más perdonó. Luego le indica las cosas que la mujer a quien Él perdona, ha sido capaz de hacer con entrega por Jesús. Y luego dirigiéndose a la mujer le dice: te perdono, tu fe te ha salvado.
A veces menospreciamos el poder de Dios a través de su misericordia y compasión. Y espera de nosotros que a través de hermosos sentimientos podamos enfrentar todo lo que tenemos en el día a día de nuestra vidas, dejando de lado todo los demás que nos dañan por dentro y nos alejen de su ámbito.