A alguien le dije en estos días: Cada mañana que que inicia debe ser un motivo de dar gracias y de reflexionar en las cosas que requerimos mejorar. Asimismo, no olvidar que existirán retos o ya los tienes a los cuales la única manera de hacerle frente es no olvidando quien no dejará de estar contigo, pase lo que pase. Que las preocupaciones y angustia crean ansiedades que ocupa. Tu mente y dominan tus pensamientos. Te llevan al límite y actuar en forma inadecuada y hasta irreconocible en ti mismo. No creas que solo puedes con esto. Hay un Salmo que siempre me ha llamado la atención desde que lo escuché, y fue de los labios de la hermana Glenda y era en momentos muy difíciles a mi alrededor, y trata sobre lo que Dios debe representar para nosotros en todo momento, nuestro Guardián y Pastor. No importa la ocasión, cada uno hemos sentido ese momento de impotencia; soledad; rabia; encono; de querer rendirte; y es cuando debe de recordar quien nunca te abandonará y siempre estará junto a ti, al alcance de una simple oración pero salida de lo más sensible que tenemos. El alma. Puedes decir que Él no ha sido en algún momento para ti, tu protector? Pide y se te dará. No pierdas tu senda por el egoísmo, la vanidad y tu soberbia; solamente te hacen perder la fe y recordar quien es tu mayor Amparo.
