“No todas las verdades son masticables, algunas, es necesario tragarlas como píldoras. Por ejemplo, no hay éxito sostenible sin madurez, el éxito está destinado a descender, la madurez a empinarse. El éxito siempre sacudirá nuestro carácter para bien o para mal, con el manejo del poder como con el de nuestras debilidades y desafiará nuestra integridad. Cuidado con confundir las sombras de importantes experiencias con la luz de la madurez, mucho menos usar estrategias que deforman el alma, atrofian las relaciones y nos desarman emocional y espiritualmente. El egoísmo siempre nos llevará al protagonismo, mientras que amor nos conduce a madurar aún en el ocaso de una relación. Amemos siempre! Éxito es la lección aprendida de un fracaso anunciado, o la crónica de una resurrección que el amor nunca sepultó!”. (Cosme).
Alguien me dijo: “los maduros también aman”. Y le agregue, todo es posible renacer de las cenizas, cuando se le imprime amor. Sea lo que sea. Ya fuere la transformación de un ser humano; una meta que se creía perdida; un objetivo o sueño que creíamos imposible renovar; un negocio que necesitamos levantar nueva vez; algo que cae en la rutina; entre otros; todo es posible cuando eres capaz de verte a ti mismo quien debe propulsar lo que se requiere en sí mismo o en lo que necesita hacer vivir nueva vez. Lo que sucede es que hoy día creemos más en dejar caer; no luchar; rendirnos ante las tormentas; y por eso vivimos comenzando sin aplicar las experiencias la sabiduría que debemos asimilar de nuestras caídas; golpes; fracasos. Queremos seguir siendo dominados por la ira; el encono; la soberbia; todos elementos de inmadurez. No permitimos ver más allá de nuestras limitaciones. Cuando puedes tomar el amor, como herramienta para utilizar abono en tierra que requiere renacer, todo es posible; todo puede volver a vivir de las cenizas cuando le imprimimos el amor como elemento. Sino pregúntate cuántas veces has sentido la presencia de Dios cuando te ha mostrado su compasión; su comprensión; y su apoyo; de alguna manera que lo que tú mismo no creías posible lo ha puesto ante tus ojos.