Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

lunes, 5 de noviembre de 2018

Reflexión del Día

Hace tiempo que estamos conscientes de que de algo deben servirnos las experiencias propias y ajenas. El atravesar por las pruebas que nos pone Dios en el camino. Algo que hemos aprendido y es que cuando tu alma es tocada por alguna motivación de alguna índole que has experimentado en tu vida, son muchas las cosas que comienza a cambiar en ti. Son muchas las situaciones de tu vivencia que comienzas a verla en otras formas. Lo que antes era indiferente, hoy lo sientes y te hace reaccionar lo que antes no te hacía mella. No nos creemos más creyentes que nadie, ni aspiramos a eso. Tratamos hoy de estar más acorde con la Palabra de Dios y que nuestras vidas sean las acordes la integridad.

Hoy día, y ahora más que nunca entiendo la educación de mis padres, aborrezco la mentira; la doble cara; la hipocresía; y la deslealtad. Hemos sabido aprender lo que e estar del lado de quien daña con una falacia a otros pero también te resquebraja interiormente y te hace pensar que puedes hacer de eso una costumbre, hasta que se te impone una realidad, la verdad Divina contra la cual nada puedes hacer. Hace tiempo alguien muy querida por nosotros, nos dijo: “Jordi di toda la verdad aunque duela, no niegues ante nadie tus errores, porque es la mejor manera de iniciar por un mejor camino. Hay experiencias que te hacen cambiar y promesas qué haces ante Dios, que te hacen ver la existencia y te cambian todo lo que para ti era el concepto de vivir y de ver tu existencia desde otra perspectiva.

Hoy aborrecemos quien no es capaz de mostrar sus hechos acorde sus palabras. Si antes no veíamos en la burla o en la angustia ajena, algo que nos hiciera reaccionar o hacernos indiferentes; no nos sentimos cómodos ante quienes puedan hacerlo en detrimento de otra persona, porque de alguna manera automática, nos colocamos en el mismo lugar como si fuésemos nosotros, y de inmediato se enciende una luz que nos llega al corazón y lo sentimos como si fuera propio. Hoy día vivimos más acorde a la compasión; la comprensión; la empatía; y el amor. Hoy buscamos sentir y hacer sentir de forma real lo que tenemos dentro. Si amamos, amamos; si queremos abrazar o expresar algún ser querido; lo hacemos disfrutando cada detalle; y le aseguramos que todo lo llevamos a cabo y sale desde el alma. Cuando sientes eso, sabes que lo espiritual te ha tocado y no con ello, dejas de ser humano, todo lo contrario. Puedes ver más allá de lo que antes simplemente era algo ciego o cerrado a observar. Por eso, esa frase: “no hay peor ciego que aquel que no desea ver”. Y esto se aplica hacia nosotros mismos y cómo estamos actuando con los demás. Hoy día agradecemos a muchas situaciones que pudieron en cuestionamientos nuestra forma de pensar; muchas consecuencias que fueron fruto de graves errores y que te abren los ojos del alma de una forma, que solamente, la presencia de Dios te permite reconocerlas y asimilarlas para aplicarlas en tu día a día.

Damos gracias a cada adversidad que nos permitió hoy sentirnos un ser humano más acorde a lo que sentirse pleno desde el Espíritu. Sun con muchos defectos, sin embargo, buscando que ninguno sea determinante en permitirme volver a los yerros del pasado y ver la vida con el optimismo y esperanza que hemos aprendido. Gracias Señor y quien de una forma o de otra nos ha tocado y mostrar un mejor sendero.