“Algunos refranes se computan como valores absolutos, convirtiéndose en creencias, uno muy común es el que dice: “lo que mal comienza mal acaba”; historias van y vienen validándolo hasta convertirlo en una forma de creencia que se saborea de boca en boca y generación en generación, sin embargo en Dios lo absoluto es únicamente su verdad, su matemáticas se refleja aún en la nuestra, como señal clara de esto. En matemáticas el valor absoluto “siempre” es positivo, sin importar el signo que le precede, aunque este sea negativo.
Entonces… ¿qué importa que al principio el mal te rodeó si Dios decretó que hará contigo cosa formidable, que cumplirá su propósito en ti y te dará el fin que esperas? Por tanto no pongas punto donde Él solo puso una coma”. (Cosme).
A alguien le dije: que: “todo aquello que lo basas desde el amor y con fe, aún haya caído o crees imposible, renacerá de las cenizas”. Cuando crees que has caído lo más bajo o que sientes que solamente puedes percibir brumas, debes tener la confianza que Él está detrás de todo colocando cada pieza en su lugar y ordenado lo que tú crees es imposible. Él está utilizando tu historia o tu vida, para quienes no creen si no es viendo; para quienes están copados de ira y soberbia, puedan darse cuenta que con su presencia todo puede resurgir y sanar. Todo aquello que pones en sus manos, nunca será dejado de contestar. Solamente pide que no cierres las puertas de tu corazón y le permitas mostrarte que su poder más allá del relativismo humano, porque Él puede utilizar un sencillo ser humano para mostrar su absoluta presencia. Créelo.