Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

viernes, 23 de noviembre de 2018

Reflexión del Día

“Pasamos por caminos que nunca pensamos recorrer, de la misma forma hemos vivido noches en vilo, pruebas que no tienen para nosotros ningún sentido, luchamos por ordenar la mente, revisamos nuestras acciones, hacemos introspección a cada sentimiento del alma, nos arrepentimos, y aunque nos sabemos imperfectos, también reconocemos el hecho de que no hay indicio alguno de una razonable causa. Se tambalea nuestro mundo sin un por qué. Pero Dios ha estado gestando su magnífica obra contigo, sin ruidos ni pausas, y a su mandato los rocosos suelos se abren. Aquella inexplicable tormenta, desaparecerá y el acosante dolor te abandonará. Así, también llegarán a tu vida aquellas bendiciones que como lluvia de gracia el Altísimo diseñó para ti, y cuando llega la hora, Dios no admite demora”. (Cosme).

Es posible que cada quién ha estado en momentos en que la impotencia, la desesperación y la desesperanza; luchan juntos y en consonancia para hacerte vencer hacia todo aquello por lo que en un momento dado, es o sin tus objetivos. Tienes que atravesar por caminos, algunos conocidos, otros que tienes que aprender sobre la marcha cómo vencerlos antes de que ellos sean los que te derriben.

Encuentras personas que nunca pensaron que llegarías donde has estado manteniendo una firmeza en lo que buscas. Entonces es cuando de dan cuenta que no te han llegado a conocer y los has sorprendido con tu tenacidad y férrea voluntad. Sin embargo, tú eres quien sabe que sin hoy has estado de pies y en cierto grado de tranquilidad y seguro de lo que sería tu límite de permitir y no permitir; miras atrás y te das cuenta lo que has podido resistir y aunque sientes que has perdido muchos momentos mágicos, estás convencido que todo cuanto haces tiene su gran sentido y de todas maneras estás ganando algo, sabiduría, al menos. Y de una forma o de otra, has aprendido cómo tú espíritu es capaz de fortalecerse aún caminando sobre las espinas, porque ya sabes de qué manera pisas y avanzas con mayor cuidado, no porque tengas algo que ocultar (ya has aprendido que eso no ofrece fuerza, al contrario debilita), sino porque sabes que no necesitas pisar fuerte para hacerte sentir. Solo que la gente que te rodea conoce quien eres y sabe cómo estás dispuesto, por lo que has luchado, en amar sin estar a medias. Lo que en un momento subestimaron tu insistencia, olvidaron que cuando un ser humano camina con la luz, hay un elemento que se está dejando de lado, y es Él quien te da la victoria, no tú a solas.