“Fuimos creados seres sensoriales, y a pesar de tantas corazas que vestimos es muy humano interiorizar los rasgos peculiares de cada vivencia. ¡Examinarlo todo y retener lo bueno es el gran acierto! Cuando aprendes algo desde el papel, significa que se ha escrito en ti. Cuando lo aprendes de la vida y lo asumes, significa que se hizo vida en ti, pero cuando lo tomas y reproduces desde el ejemplo de alguien, significa que se encarnó en ti. Negar lo aprendido equivale a burlar tu conciencia, ser un malagradecido con tu fuente y un desleal con tu entorno. Vivir lo aprendido te constituye en una luz para la sociedad, compartirlo, en un evangelio para el mundo, y reproducirlo, en una vacuna contra el engaño, para toda la humanidad”. (Cosme).
El Todopoderoso espera de nosotros que podamos transmitir o saberlo hacer, que su mensaje llegue. Alguien me preguntó una vez, ¿cómo concebía a Dios en mi? Esto porque si de boca dices que crees y que está en ti, pero a pesar de ello, te domina el odio, venganza, irá, egoísmo, mientes, ocultas, llevas apariencia, entre otros; entonces ¿dónde está reflejado Él en ti para que puedas tener calidad para decir que crees en Él y lo tienes contigo?.
Es como que la mano derecha no se entere de lo que hace mi mano izquierda; es jugar a la doble moral. Eso que Él te entrega en gracia espera que lo recibas y lo sepas recibir, no solo en gratitud sino en saberlo otorgar en hechos y acciones a los demás. Con el único que no puedes jugar doble partida es con el Altísimo, siempre he dicho tiene los juegos bien pesados y puede que use a ti como mensaje de lo que no se debe hacer. Sepamos ser íntegros y justos, llevar el real propósito de Jehová a todos, pero con ejemplo.