Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

domingo, 4 de marzo de 2018

Reflexión del Día

Con mi voz clamé a Dios. A Dios clamé y El me escuchara. Al Señor busque en el día de mi angustia. Alzaba a El Lemus manos de noche, sin descanso, ni alma rehusaba consuelo”. (Salmo 77:1,2).

Ayer le decís a unos buenos amigos que Dios tiene forma de manifestarse ante ti. Asimismo, tienes esas personas que se han ido y que te aman, son como ángeles de guarda que siguen junto a ti a través del corazón, que llegan a tal vinculación que cualquier dolor que puedas tener o atravesando por duros momentos; están ahí, para aliviar cada carga. Es como si Dios te siguiera diciendo que quien en Él deposita sus clamores no será abandonado. Que Él tiene muchas maneras de estar presente contigo, porque Él conoce lo que hay dentro de cada ser humano en su interior y lo que requiere para no quedarse atorado en ese camino del cual busca seguir adelante o salir. Debes creer en su palabra, así como dice el Evangelio de hoy, que los discípulos recordaron cuando Jesús dijo a los fariseos, podía reponer el templo en 3 días, pero no se lo decía a la parte de la estructura, sino al interior del hombre. Solo Él puede restaurar lo que está roto o reparar lo que está dañado; o aliviar todo lo que no está en paz.

En fin, tal como le dije a mis amigos, debemos buscar fuerzas y creer en que cuando nos entregamos desde el corazón a Él, siempre tiene como decirnos presente y que cada quien tiene ese ángel que realmente te guarda para seguirte diciendo lo mucho que te ama y que todo irá bien. Solo no dejes de creer en la Palabra de Dios. No lo dudes. Ahí encontrarás fuerzas y aliento.