“Debe haber equilibrio perfecto entre resistir y persistir cuando debamos alcanzar una meta. La mayoría de las carreras que sudaremos, son carreras lentas, con obstáculos, algunos inesperados, donde el primer rival es un pensamiento derrotista, estancado en el ángulo de una indecisión. Saber lo que eres capaz de lograr con tus fuerzas y lo que Dios quiere y puede darte, es imperativo, pues tu límite es Su punto de partida. También te aseguro que, persistir es intrínsecamente un acto de fe, un perseverante jamás será un desertor. Cuando un hombre sabe lo que quiere, es indetenible, utiliza cualquier medio posible; pero cuando un hombre conoce la voluntad divina para sí, ¡es invencible! ¡Equilibrio es persistir hasta que la duda agonice y resistir hasta que Dios obre!”. (Cosme).
Dicen que Dios sabe lo que desea para cada propósito y tiene su forma de probar la fe de cada quien en las pruebas que Él de forma extraña escoge. Busca formar en cada uno de los que están luchando que todo aquello que estén llevando a cabo sea lo que sea capaz de transformarlos a los ojos, no solo de ti, sino de quienes pueden ver la presencia suya en cada acción. Que pueda sentirse de forma auténtica y real que Él es el único que puede dar esa fuerza que nos permite levantarnos donde otros nos han tirado como a José cuando fue lanzado al hoyo por sus hermanos para el olvido y fue sacado por el Señor para darle gracia y que su gloria fuera vista por todos hasta nuestros días.
O sacado de las aguas del Nilo como a Moisés para que guiara a su pueblo hacia la libertad. O nuestra madre María, para que confiara en su voluntad a pesar de todo. Así lo ha hecho y lo seguirá haciendo, dando aliento; curando heridas profundas donde medicina alguna puede llegar; dando fortaleza para permitirte seguir siendo persistente y resistir las tormentas, confiando en su palabra llegues donde Él te desea. No hay nada que pueda darte el gozo que produce saber que Él está detrás de cada paso que das, eso te libera y te hace un ser humano más consciente desde el corazón. No temas, recuerda quien va contigo no te defraudará.
