“Desafía al mañana con un ruidoso arranque! Para el que cree, todo es posible… todo lo puedes en Cristo que te fortalece, tú y Dios son mayoría y si Él es contigo, ¿quién contra ti?”. (Cosme).
Así como se hace con el reloj al momento de usarlo que lo ajustamos, así podemos hacer con nuestros corazones. Debemos ponerle en la misma sintonía y camino que nos pueda marcar acorde el tiempo y la voluntad de Dios. Pero también, dedicarnos a darle mantenimiento constante, o sea día a día, con el contacto directo a través de quien nos puede facilitar las herramientas para que el mismo no se queda atrás y sin hora o sin sentido ni propósito.
No queramos tomar decisiones o asumirlas, dejando de lado su bendición. Ante las dificultades no permitamos que las mismas nos lleven a la desesperación y nos aloquen el interior y nos debilitemos simplemente porque nos desarraigamos de quien nos brinda la fuerza, la claridad y la fortaleza. Nos llegamos a creer que somos podemos enfrentar circunstancias como otras que han pasado, pero olvidamos que sin su ayuda que nos negamos a pedir o no tenemos tiempo para ello, es la que nos permitirá salir con un corazón más bondadoso, justo, amoroso y sano; para su gracia y gloria. A veces dejamos mucho tiempo sin ajustar nuestro espíritu con Él y eso en nada nos fortalece ni es posible que Él se conecte con nosotros. Aviva tus objetivos hacia el Todopoderoso recuerda que Él sabe cómo descubrir lo que ocultas y cómo hacer brillante lo que le entregas desde dentro.