En la existencia de cada ser humano, lo más importante para cada uno, es determinar qué propósito quiero y si el mismo lo estoy llevando a cabo de modo tal que sea, adecuado y verdadero.
Hay quienes, aún siguen preguntándose cada día el por qué las cosas siguen teniendo la misma consecuencia. Mientras no nos preguntemos si hemos sido capaces de ver que estamos como entrampados en una rutina o si desde el corazón estamos siendo sensibles y comprensivos ante lo que está ocurriendo nuestro alrededor.
A veces debemos preguntarnos: ¿Cuál es nuestro propósito de vida? Si seguir creando disociación, intriga, y conflicto, o sea, un ambiente nada propicio para quien con usted pueda compartir. O usted ha decidido llevar a cabo el mensaje de esperanza, de lucha, de no rendirse y de seguir sus metas y sueños. Es más fácil que aquello que llame más la atención sea la crítica o la mordacidad, porque es más fácil. No así cuando se trata de convivir, compartir, hacer que los demás mejoren y crezcan.
Debemos saber si buscamos ser de los que podemos contribuir en hacer la vida más posible a otros, o nos hemos decidido llevarnos por delante a todo aquel que nos encontramos en el camino.
Definir a tiempo, qué buscamos y qué queremos, eso nos permitirá saber nuestro valor y definir los objetivos trazados y que nos marcamos cada día que amanece. Procura que aquello que elijas, sea lo que efectivamente te haga feliz, siendo justo.