“Puede no ser fácil comprender un Dios soberano y tierno a la vez, misericordioso con el torcido y justiciero con el perverso; pero insondables son sus caminos, de modo que creer es crucial sobre entender y conocerle sobre seguirle. Hizo lo que vemos de lo que no se veía. Nuestro universo es la punta del iceberg de “su todo”. Ocasionalmente Dios trabaja en lo que existe para El, que es imperceptible al hombre, mientras el hombre avanza acelerado en su mundo palpable hacia ninguna parte, ignorando lo verdaderamente importante. Súbete en sus hombros y contempla: Dios usará lo que no es para hacer lo que no imaginas y llevarte donde decidió que es relevante. La obediencia es la luz del ciego en un mundo de genios sordos y videntes mudos”. (Cosme).
Hay quienes piensan que no requieren de la ayuda del Altísimo hasta que se dan cuenta de que no tienen el control de nada. De que aquello a lo que se han estado negando, la única respuesta la tenía Él en sus manos. Que la tranquilidad que buscabas solamente te la puede proporcionar para que sea duradera su presencia en ti. Hay quienes buscan en lo oculto o buscar cubrir con un manto lo que a los demás no quieren mostrar o que se sepa, y desean hacer lo mismo con Él, hay juegos pesados que Él muestra en que aquello que estaba en la oscuridad salga a la luz y ante eso nadie tiene dominio. Hay quienes pretenden seguir a ciegas y sordos ante lo que el Altísimo intenta decirles hasta que siempre busca la manera de que todos despierten ante su requerimiento.
Hoy vivimos en un mundo ciego y sordo, que busca respuestas donde muchas veces la tiene frente de sí y es en esa falta de fe que muchos andan perdidos buscando consuelo o paz o luz, donde solamente encontrarán mayores dudas y angustias. Siguen en el mismo patrón y actitud y así no lograron ver su luz para ser guiados.