Nunca debemos olvidar cuales son nuestras raíces. Qué valores nos sostienen. Qué fuerza nos ha dado la fuerza. Que ejemplo nos sigue dando los osos para continuar adelante y no desmayar. Que nos ha llenado de amor y bondad y sino que y quien nos recuerda los mejores sentimientos y que nos pueden servir de guía para que si en algún momento nos desviamos tengamos siempre como referencia esos pasos y ese legado o ese gran sentimiento.
No olvidemos que nos impulsa y que nos motiva. Eso que nos hace tener esperanza es el gran amor de Dios que nos sostiene y que un día como hoy nos lo recuerda más, aunque lo hacemos día a día, y lo traduce en el amor de una madre. Que Dios bendiga cada ser humano que lleva ese gran don de dar la vida y seguir regando con su ejemplo, su cariño, comprensión y protección. Gracias a Dios porque permite que no olvidemos la fortaleza que tenemos cuando permanecemos en Él y podemos tener la dicha de haber o estar gozando de seres humanos que son su gran mensaje en la tierra. Felicidades a cada madre y a sus corazones que saben amar.