“La tolerancia tiene límites, que nuestra postura cuente ante determinado grupo social, cuesta, es ahí donde veo la sabiduría que emerge del amor jugar un papel estelar. Somos tan diferentes como cambiantes, mientras respiremos estaremos aprendiendo, pues cada día es una experiencia, cada hombre una identidad y cada identidad un código de valores fusionados en un criterio, gobernando una mente, dirigiendo un destino y reflejando sus creencias e intereses. Jesús es nuestra cordura. No porque tengamos pensamientos o preferencias diferentes debemos aborrecernos, pero tampoco por el hecho de amarnos, debemos aceptar como buenos y válidos los errores ajenos. Jesús nos demostró que: ¡El amor nos hace hermanos, la caridad nos hace nobles, la paz nos hace grandes, la fe nos hace fuertes y la verdad nos hace libres!”. (Cosme).
Cuando sentimos que estamos perdidos no debemos creer que eso suponga que no hay solución o que todas las puertas están cerradas y nada abrirá una esperanza, precisamente mantenrnos dentro de la cordura de Jesús, no dejar de estar junto a Él por medio de la oración haciendo más fuerte cada día nuestra fe, nos hará tener siempre un camino que no estamos viendo, pero que Él si está preparando. Acogernos a nuestra razón solamente nos limita la fortaleza y nos aleja de su grandeza. Dice ayúdate que Yo te ayudaré, es no dejar de buscar en Él lo que sabes no tienes en tus manos ni tu intelecto. Pide y verás.
Ámate y te amaran. Respétate y te respetarán. Cuida tu dignidad y serás dignificado. Conócete y podrás conocer a los demás y ellos a ti. Encuéntrate y no andarás perdido. Valórate y serás valorado. Cree en ti mismo y otros creerán en ti.