A veces solamente nos enfocamos en cambiar muchas cosas que tenemos en defecto. Y nos da trabajo y las mismas hasta sentimos que nos dominan, sin darnos cuenta que muchas veces lo que el poder divino desea de nosotros es que a través de los procesos de la vida podamos aprender en mejorar y transformarnos a través de esos mismos defectos. Que no sean ellos que nos sigan mostrando su fuerza sino que a través de ellos podamos tomar sabiduría sobre lo que tenemos que cambiar. El Todopoderoso nos muestra que tan frágil somos ante pensamientos y estilos de vida y formas de ser, Él nos desea más fuertes y convincentes por dentro contra todo aquello que nos pueda perturbar y no permite dejar ver su presencia en cada acción y hecho nuestro.