Dios anhela vaciarnos del ego y llenarnos del Espíritu por medio de un nuevo nacimiento, algo que se gesta espiritualmente, o sea, quien primero no recibe la semilla no fructificará. De igual manera, el punto de vista Divino no viene fuera de su palabra, su método es trabajar tu corazón mediante lecciones, enseñanzas y revelaciones, no de apariciones; para esto el Espíritu Santo llega a tu vida. Nadie negará lo que late en su interior, tampoco su propia experiencia. ¡Experimenta a Dios! Tú que has dejado entreabierta la puerta del alma, y tienes agrietado el pecho, basta un sí, y su luz te inundará, entonces comprenderás que ningún lenguaje es capaz de hablar a quien cerró el corazón, ¡pero con una palabra suya moverá el universo para bendecirte! Dile sí!”.(Cosme).
Como dicen las Escrituras en una parte de Jeremías: “Pues yo sé los planes que tengo para ustedes y son planes para lo bueno...” hay momentos en que piensas que no hay salida o que solamente tienes una, sin embargo, de alguna manera Él desea que aprendamos o sigamos haciéndolo para transformar todo lo que aún nos resta por transformar de nuestro ser y que no dejemos de seguir abriendo nuestros corazones para que podamos seguir recibiendo la gracia y dicha de su bendición.
Son las cosas que te mantienen en ánimo y en buen deseo de lucha.