Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

viernes, 28 de diciembre de 2018

Reflexión del Día

“No siempre podremos elegir lo que viviremos, cantidad de circunstancias nos desplazan impidiéndonos alcanzar esa posibilidad, sin embargo podemos confiar a Dios lo invisible, lo inesperado y lo impredecible, podemos poner nuestra fe sobre futuros eventos sean buenos o no tan buenos y con anticipación bendecir nuestro acontecer. El salmista dijo que “el bien y la misericordia le seguirían todos os días de su vida, hasta el fin”, que declaración poderosa! ¿Hoy es uno de esos días en los que anticipas situaciones adversas, tus posibilidades y expectativas no se ven muy bien? Pues con más razón tu fe debe enfocarse en aquel que torna todas las cosas para bien, interviene poderosamente , no nos deja solos ni llega tarde, aunque no comprendas la manera, su mano llega oportunamente y contra corriente!”.  (Cosme).

Hay momentos; situaciones o experiencia en que la única forma de atravesarlas o de salir a flote, es cuando tu única opción es ser fuerte. Pero no solamente viéndolo desde el punto de vista físico sino más emocional y espiritual. Si permites que tu templo interior sea socavado por angustia y desesperación, pocos obstáculos serán los que podrás atravesar. Siempre recuerdo en historias de fortaleza hace años, cuando rememoró la historia de José que siendo dejado en un hoyo por sus hermanos, pensó que sería su fin y quedaría ahí para morir, sin embargo, su alma noble y fortalecida en su fe, permitió ser escuchado por Dios y sacado del mismo para llevarlo en el tránsito de una vida que luego le permitió tener a quienes le habían hecho daño de frente, pero prefiero por encima de sus limitaciones humanas y perdonar, porque el propio Dios le había mostrado su compasión a él en diversas formas. ¿Cómo podría pagar de otra forma? ¿Cómo desdeñar la presencia de Dios en su corazón? Su gran valor estaba en tener al Altísimo en su accionar y actitud ante la vida. A veces debemos entender que debemos evitar que nuestro interior sea debilitado por las bajezas y maledicencias humanas y colocarnos en el lado en que predicamos que es junto al Señor. Junto a Él, siempre tendremos las fuerzas para levantarnos y no rendirnos ante las circunstancias y quienes no pueden ver su gran amor.