Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

martes, 25 de diciembre de 2018

Reflexión del Día

En este día de la Navidad. De amor y entrega. Si porque Dios nos regaló su prenda más preciada, su hijo para que nos mostrara su gran apego a nosotros. En este día, que es especial para quien escribe, valoro aún más al ser humano íntegro (ese que no requiere de ser visto para hacer lo correcto). El ser humano sincero y real, que ama lo auténtico, que al mirarlo a los ojos te dice con ellos lo que en palabras a veces no puede, pero sabes que es cierto. Con el tiempo he comprendido porque tarde o temprano valoraría tanto el concepto amor y verdad. Y hoy doy gracias que puedo verlo y sentirlo y quizás por eso hoy somos más sensibles a quien no puede ser real frente a los demás y a ti mismo. Siempre habrá una lucha entre el buen y el mal. Entre lo que crees correcto o no. Pero es una batalla que ganará o no en ti dependiendo de la fuerza que has logrado enlazar con Dios. A veces creemos, que con los valores podremos romper lo que sea capaz de atentar contra nuestros principios, eso no será suficiente, si de alguna manera, no tienes un vínculo de amor con Dios. Cualquiera puede caer en lo peor, y debemos ser misericordiosos con nosotros mismos y los demás, no es de voluntad que de trata para luchar contra lo que busca redoblar, sino tienes presente a Dios en ti, nada será posible.

Hoy permitamos que siga naciendo en ti el amor por Jesús, quien es y siempre será: el Camino, la Verdad y la Vida. Perdernos de eso, no tendremos paz ni tranquilidad. Aprecia en tu vida cuando el alma se abre y te hace ver y sentir, a las personas, situaciones y experiencias, que te hacen más humano, son regalos divinos, que no debes permitir perderlos, porque con ellos te pierdes tú.

“La manera como alguien entra a un lugar da una lectura adelantada de lo que busca allí. Me maravilla que Dios enviara a Jesús a iniciar una de las familias más humildes de Israel, educándose, formándose, trabajando y siendo parte de la sociedad de entonces como cualquier otro. No quiso intimidarnos. Fue manso, humilde, dulce, certero, solidario, entregado, constante, cercano, amigo. Jesús respetó el sistema, las creencias y los rangos, sabía como conquistar lo que éstos no. Fue Dios-Hombre y podía imponerse, pero quiso ganarlos, podía castigarlos pero prefirió perdornarlos, podía avergorzarlos pero los enseñó, podía devastarlos pero los bendijo, podía humillarlos pero los sanó, podía exterminarlos pero decidió amarlos, amar desde una cruz. La Navidad no es simplemente una estación, es el nacimiento del Eterno en tu corazón”. (Cosme).

A veces Dios tiene forma sutiles de mostrarnos su presencia. Y busca hacernos ver Denis forma o de otra, que estando con Él, nada es igual. Que estando con Él, podemos vencer todo aquello que es imposible a los ojos u obra humana. Nos hace ver que al alejarnos de su lado, con nuestras acciones o inacciones, tarde o temprano aprenderemos que su gran consuelo es necesario. Así nos ofrece su amor día a día, está en nosotros si lo aceptamos con nuestras obras.