Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

jueves, 13 de diciembre de 2018

Reflexión del Día

“Nacemos con la capacidad para elegir entre el bien y el mal, pero el verdadero poder de decisión consiste en elegir correctamente, conocer tan certeramente al bien como para preferirlo ante el mal. Hoy día a lo malo le dicen bueno, y creyendo que educan para el bien, con enseñanzas viciadas, ejemplos retorcidos y valores reiniciados por corrientes importadas, solo empujan al vertedero de los sistemas fallidos, a una sociedad cada vez más tibia e irreverente. La verdad nos hace libres y esa libertad nos hace esclavos de lo justo, y como tales, nadie puede sobornar nuestro accionar. Cada generación viene a cumplir una misión, visible al quienes miran más allá de la curva de sus apegos, la ejercerán como libres o como esclavos, y por sus miedos los conoceréis”.(Cosme).

Dicen: que nada está oculto bajo el Sol. Nada de lo que Él ha creado puede esconderse de su amparo y de eso tarde o temprano respondes frente a Él. Algo así como dicen las Escrituras, ante el Tribunal Supremo. Por cada generación una debe mostrarle a las otras la importancia de los valores y principios y que sobre ellos cada ser humano sienta sus bases firmes para enfrentar todo lo que en su camino se interponga. Nuestra Padre nos ha ofrecido el libre albedrío, depende de cada uno de nosotros cómo manejamos esa libertad. Cada día es una lucha de nosotros mismos entre lo correcto e incorrecto; el bien no el mal; lo integro o no; en sí me comporto igual delante de los demás o hago las cosas sabiendo que no me están viendo; me como el semáforo en rojo; engaño a alguien pensando que nadie se va a enterar en un negocio; estafo mis trabajadores; en fin, la vida es eso, como las inicias y como la terminas. Tus pasos son vistos no solo por los demás sino por tus hijos que aprenden del ejemplo más de lo que le dices. Dicen; que no hay cosa que desgaste más que la lucha contra tu propia conciencia cuando sabes que no has actuado o actúas de forma incorrecta o fuera de lo que son tus parámetros (claro eso para quienes les queda esa razón moral y amor propio). El día a día, es un imponerte con la fuerza y presencia de Dios ante la “incitación o Invitación o provocación o tentación”, a tomar o hacer lo mal hecho. Así como aconsejamos a nuestros hijos, empleados, hermanos, amigos sobre lo bueno o lo malo; así debemos hacerlo con mayor responsabilidad para con nosotros mismos. No permitamos que el espejo de la oscuridad sea nuestro reflejo, sino la claridad de Dios.