A veces hay muchas que no puedes librar que dependen de muchas otras cosas, pero no de ti. Hay quienes son tercos y soberbios y siguen adelante a pesar de que están conscientes de que no van de forma correcta. Eso muchas veces hasta de Dios se sale por el libre albedrío, permite que tomes senderos que parecen derechos, pero al final son torcidos. Sin embargo, Él solo espera que tarde o temprano tendrán que acudir a su amparo para ayudarlos a retornar de donde se desviaron y tendrán que utilizar el apoyo divino para enfrentar sus errores que dejaron de ver a pesar del llamado.
Busquemos sembrar aquello que nos dará frutos buenos y no secos por nuestras buenas o malas acciones. Hay situaciones que su inicio o resultado dependen de nuestra forma de andar y sembrar.
Cada quien debe sentirse agraciado de hoy día de Nochebuena tener a quien amar y quien lo ame. Tener una familia y pertenecer a ella. Y ella lo es por la sangre que se siente o te pertenece, sino que es por los sentimientos que cada quien expresa y demuestre en hechos. Donde haya comprensión, cariño, tolerancia, ternura, atención, y apoyo; si lo resumo en una palabra, amor. Él que das y el que recibes de forma sincera y real. No hay que fingir, porque se asume un lazo fuerte que aún en conflicto, se busca componer desde el amor y la compasión. Hoy sintámonos agradecidos de pertenecer a un árbol del cual somos parte de su raíz, ramas y frutos. Estamos llamados a pasar a quienes nos siguen, el mejor ejemplo y legado, porque siguen nuestros pasos y confían en que también estamos pensando en su camino. Podemos sentirnos dichosos de ser un ente que pueda seguir fortaleciéndose en lo que llamamos Familia y la base de todo, el amor y el respeto hacia cada uno. Pasen un excelente Nochebuena y víspera de Navidad.