Lo ocurrido hace poco de forma preocupante y lamentable en Villas Agrícolas, sin tener que ser un técnico o profesional en el área, es de saberse que las condiciones que tiene esa zona en cuanto la cantidad de empresas que no van acorde con otras, que son distribuidoras de gas y gasolina y a la vez donde están ubicados miles de viviendas, escuelas y hospitales. Es como si estando en esas condiciones, hemos llegado a pensar que esto no es una bomba de tiempo ante una situación de negligencia; imprudencia o accidentes; que puedan provocar hechos que negamos que seguir lamentando.
Hoy día en nuestro país, lo que vemos es que en los últimos años ha sido con la aprobación por los gobiernos municipales; Industria y comercio; y Medio Ambiente; aprobaciones de bombas de gasolina y distribuidoras de gas licuado o natural; creando verdaderas amenazas dependiendo cómo las mismas están localizadas.
Es de todos saber que, a la hora de aprobación, la mayoría de los consejos de regidores, no toman en cuenta cómo y hacia dónde están creciendo sus respectivas ciudades y la visión que se tiene. Porque aquello que prima son otras “condiciones”, y no realmente la técnica o el interés común y mucho menos la seguridad de las grandes mayorías.
Eso de lo que hemos sido testigos todos los dominicanos ocurrido, en aparente accidente, algo que está por determinarse por las autoridades existen muchos elementos que han salido a relucir que puede que desdigan lo primero. Ese hecho en Villas Agrícolas por la empresa Polyplas, ojalá pueda ser el último que ocurra en el que con las mismas condiciones como las que hoy todos conocemos, y de las cuales no son ajenas a otros lugares a nivel nacional. Todo dependerá en qué ánimo de responsabilidad y voluntad, estarán los llamados a velar por el buen común en cada lugar que hoy está con los mismos factores de riesgos que el ya ocurrido.
Ojalá que las pérdidas de esos seres humanos que hasta ahora se saben que perdieron la vida como consecuencia de lo ocurrido en la expresa Polyplas, no sea en vano y no se diluya en el tiempo, como otras tragedias que han ocurrido pero que han quedado sin aprendizaje real para que puedan evitarse las que puedan suceder en otras latitudes.
Tarde o temprano, sale a relucir lo que de forma inadecuada se ha hecho, lo peor es que quien paga esas consecuencias, son los más inocentes y quien menos apoyo y defensa tienen.
Y es, sin entrarnos mucho en otro tema, que es la forma en que hoy están muchos de los cuerpos que están para auxiliarnos en esos hechos; nos referimos a los bomberos y voluntarios de la Defensa Civil. Nos recordamos de estas instituciones cuando llegan las desgracias. Sabemos todos, lo mal pago y en qué manera trabajan y hacen su labor, que no es más que sacrificio de la peor manera.
Hasta cuándo seguirán o tendrán que seguir ocurriendo para que despierte la sensibilidad de las autoridades realmente responsables. Y sin tener que esperar la tragedia.