“Jesús demostró tener el poder de ponerla a favor nuestro y volverla a tomar. La enfrentó a la misma muerte y se levantó airoso de ella. Su muerte nunca ha sido un asunto de religión, sino de vida, demostrando ser quien dijo ser: “Yo soy la resurrección y la Vida, el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”. Su resurrección es la garantía de la nuestra!”. (Cosme).
Solamente Jesús es quien puede renacer en nosotros y hacer de cada uno nuestra mejor versión. Permite que El entre de forma sincera y tu alma estará despierta para recibir todo lo bueno que le suceda frente a sus ojos. Mirarlo así es hacernos sensibles y compresivos de forma real.