“La fe que Jesús nos enseñó puede ser ofensiva para algunos, porque luce un tanto extrema como extraña para la rigidez de ciertas mentalidades. Seguir a Jesús es saber que cuando se acaba el camino terrestre, el agua deberá hacerse a un lado o interrumpiremos sus corrientes, caminando o a nado. Para hacer lo imposible no hay que caer en el ridículo, sino hacer la diferencia, seguir su palabra en un acto de obediencia, apretar la confianza e imponer la paciencia, para ahogar toda forma de impotencia”. (COSME).
No hay manera de mantener tu fe hacerlo con vivendon en dudas. No hay manera de hacerlo creyendo que podemos creerle y no dejar en sus manos lo que sabemos no está en nuestro control. Cuando de forma sincera lo hacemos estamos entregando todo para que El sea quien nos guíe. Confiar en su presencia es permitir que nuestra fe se fortalezca, no sólo de palabras sino en acciones.
Procura no tener tu alma y conciencia a ciegas. Se te escaparán todo lo que te puede enseñar y hacer crecer y aquello que lo vale todo,. Detalle a detalle.