Hay cosas que no la comprendemos de momento o en ocasiones renegamos de las mismas porque no tenemos idea a dónde nos llevan. Estamos acostumbrados a tener el conocimiento y el control de lo que queremos hacer o hacia dónde queremos dirigirnos. Sin embargo, hay momentos en que eso no es lo que está sucediendo en ti, y esos son los instantes en que entregarte por completo a su cuidado y su confianza, cobran vida. Y es que no hacerlo, caes en la desesperación y angustia pensando en lo que no debes. Dejas que el control lo tome todo menos Él. Permites que tu fuerza ya no sea la que sale de tu interior, sino la que que debilita con la mente. Él solo nos pide que aunque no comprendamos podamos confiar en que Él nos lleva por buen sendero y que nos está ayudando atravesar sano y salvo por donde transitamos. Pero que no dejemos de fortalecer nuestra creencia en su voluntad. Él te quiere que seas capitán de tu situación, no esclavo. Él te quiere bien.
