Buen día a veces nos preguntamos el por qué de la cosas dejando de lado todo lo importante que es para qué hemos recibido o estamos hoy pasando por disímiles situaciones que cada uno tiene. La mejor forma de asimilar una experiencia es darnos cuenta de la lección que hemos aprendido o debemos aprender. Dejar de juzgar al otro o solo juzgarnos, en vez de saber que debemos cambiar o que debemos mejorar, porque a cada uno nos toca nuestra parte. Sino seguiremos haciendo la misma pregunta y caeremos en el mismo hoyo. No es el por qué sino el para qué. Cómo podemos utilizar en nuestra mejoría y sapienza todo cuanto hemos estado experimentando. Dejar pasarlo es como ser un tozudo que no desea ver luz ante la oscuridad. Así nos llama Dios a veces, cuando quiere mejorarnos y desea de nuevo conectar con nosotros. Aprendamos a ver con el corazón para que transformemos lo que somos.
