Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

jueves, 28 de junio de 2018

Reflexión del Día

“La Biblia establece que el pacto de Dios es con los que le obedecen. Cada hombre o mujer que practica la integridad y vive obedientemente está concertando una cita divina con la manifestación de la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta. Está atrayendo el bien a sus campos de acción. La obediencia es la antesala hacia la irrefutable sabiduría de Dios y sus bendiciones. Nos convierte en canal legítimo de su propósito e instrumento óptimo para que como está en el cielo suceda en la tierra. Cuando un hombre normal camina, sólo avanza, pero cuando lo hace un hombre obediente, se consagra. El más simple acto de obediencia marca una gran diferencia. Obedecer es creer que el camino de Dios es superior a nuestros atajos”.(Cosme). 

Tal como dicen las Escrituras, “quien haga mi voluntad es quien puede llamarme Señor”; decir creer que en Dios es a la vez tener un compromiso con Él, de obediencia y permitir que Él sea Dios basado en su voluntad, no en la nuestra. Por eso también se dice que cuándo permitimos creerle y confiar en sus designios, entonces todo aquello que vamos construyendo lo hacemos sobre una base sólida porque lo tenemos a Él como fuente y guía. El problema viene cuando queremos aplicar nuestra soberbia y el ego exagerado que nos hace creer que estamos por encima de todo y que lo único importante es nuestro deseo y capricho. Con Él podemos lograr derribar muros que solos, simplemente podemos contemplarlos.