“Es incómoda la confrontación de lo que eres con lo que debes llegar a ser, de lo que tienes con lo que puedes dar trabajando más inteligentemente, retando a tu alma a más, entregándolo todo. La popularidad no suele acompañar a quienes se determinan a desacomodarte del inalcanzable rincón donde ocultas miedos y pausas. Ver florecer la copa del árbol pero a seguidas escuchar ese susurro exigente decirte: “la cosecha te espera” sin siquiera dejarte disfrutar la primavera… Escuchar quien dice que tu leña produce el mejor fuego, cuando sólo ves restos esparcidos… La vida no es de quienes sueñan con un futuro, sino de quienes viven con un propósito. Mientras tus circunstancias te desafían a la protesta, tu fe te lleva a caminar en la propuesta! Vamos con todo!”. (Cosme).
A veces trabajar en nosotros mismos es a veces una ardua tarea porque nos exige más allá de lo indecible y nos pone a prueba con nuestras maneras de reaccionar y de actuar que se han vuelto costumbres. A veces también lo difícil es romper con situaciones que no podemos tener el control, pero debemos superarla porque ellas lo harán contra nosotros y nos manipularán nuestros pensamientos. Por eso no alejarnos del propósito de Dios y de su esperanza con nosotros de que no perdamos la confianza en su presencia y lo que puede ser capaz de hacer en nosotros. El camino con Dios no es fácil, sin embargo, no sentirás solo.
Si le vas a dejar tus soluciones al ego exagerado no te llevará por buen camino, déjaselo al alma.