Llegan experiencias en tu vida o episodios. Que con el tiempo ya solo te importan a ti como persona o familIar o alguien que te envía un mensaje y te recuerda muchas cosas de cómo Dios ha estado presente en tu vida y cómo has podido salir adelante y te ayuda en saber que ante retos o situaciones difíciles que puedas pasar o estés pasando, sepas que la fe es lo único que te libera de toda atadura o malos pensamientos que lo que hacen es que te derriban.
Hoy, me recordó un ser humano a quien quiero mucho y es una de esas hermanas que la divinidad te regala y la tienes para hacerte ver que no estás solo; que un día como hoy volví a la vida y se medio una segunda oportunidad de vivir. Que si bien es cierto no supe aprovechar en su momento y que la conciencia del corazón hoy me ha permitido despertar de muchas cosas. Hay golpes que te derriban, pero no terminan de despertarte; otros te tumban y te dejan tirado en la lona y hacen que analices todo cuanto ha pasado.
Hoy en vez de quejarnos o lamentarnos, o pensar en lo que no debió ser o lo que debí haber hecho; acojo todo, lo bueno y lo malo, para que desde ahí me ayude a crecer como ser humano y no quedarme con los mismos errores y debilidades. Para analizar que la vida no es solo blanco y negro, como me dijo un hermano; o que no copie lo peor de otros, sino que sea la originalidad de quien camina con sus propias huellas; que no permita ser influenciable porque nunca sabemos quien será que buscando ayuda, lo que te ofrezca sea su propio provecho o tu misma desgracia.
En fin, hoy más que todo, debo celebrar la vida y que en nuestros corazones no hay odio ni rencores. No hay dolor porque lo que pude y debí cambiar; sino que hoy más consciente desde mi alma, abrazo la presencia de Dios más que nunca; darle una sonrisa a las oportunidades y un abrazo a la esperanza. Dar gracias por 4 años, además, de estos cuatro años también del programa que diosidentemente se cumplen hoy, en el que he crecido y me ha permitido conocer personas maravillosas y entregadas.
Gracias Señor, porque sigues insistiendo conmigo, y que cuando he sentido debilitarme, tú has tenido ese apoyo o instrumento para recordarme quién tiene el poder y el control de todo. Gratitud se convierte en fortaleza. Perdonen lo mucho y gracias a mucho de ustedes que han leído en estos años muchas de los mensajes que en su gran porcentaje, Dios los ha escogido hasta para quien escribe compara quién pueda ser de ayuda. Dios aún me faltan cosas por cumplir de mis promesas contigo. Eso me ayuda a saber que somos imperfectos y débiles y que solo en ti encontramos el camino de lo correcto.
Gracias mami por estar ahí cuando nací por segunda vez, a ti te debo otras tantas cosas que le pido a ese mismo Todopoderoso la oportunidad y el tiempo para llevarlas a cabo. Gracias a tu espíritu y tu guarda. Hoy recibo este día con felicidad y no con lamento, porque, de una forma o de otra, todo hoy sirve para permitirme completarme como debo ser, y siendo feliz.