Dicen que cuando te dejas guiar por la mano de Dios, va mostrándote el camino para que puedas estar madurando desde el corazón y todo lo que salga de ti, sea fruto de la conciencia que sale del mismo. El busca no apresurar cuando aún no estás listo para mostrar lo mejor que puedes sacar de ti; así como el fruto que cae del árbol cuando ya está en su mejor punto, así trabaja Él con nosotros a su manera para hacernos su mejor mensaje e instrumento. Alivia nuestras cargas y renueva nuestro interior para que por dentro sea tan especial como lo que se ve por fuera. Busca que la expresión de la madurez llegue con esa paz que solo la brinda quien ha estado siendo forjado por su gran amor.
