Reflexión del Día:
Papá, ¿Cuánto ganas?
La noche había caído ya. Sin embargo, un pequeño hacía grandes esfuerzos por no quedarse dormido; el motivo bien valía la pena: estaba esperando a su papá.
Los traviesos ojos iban cayendo pesadamente, cuando se abrió la puerta; el niño se incorporó como impulsado por un resorte, y soltó la pregunta que lo tenía tan inquieto:
– Papi, ¿cuánto ganas por hora? -dijo con ojos muy abiertos. El padre, molesto y cansado, fue tajante en su respuesta:
– Mira hijo, eso ni siquiera tú madre lo sabe, no me molestes y vuelve a dormir, que ya es muy tarde.
– Si papi, sólo dime, ¿cuánto te pagan por una hora de trabajo? -reiteró suplicante el niño. Contrariado, el padre apenas abrió la boca para decir:
– Doscientos pesos.
– Papi, ¿me podrías prestar cien pesos? -preguntó el pequeño. El padre se enfureció, tomó al pequeño del brazo y en tono brusco le dijo:
-Así es que para eso querías saber cuánto gano, ¿no?. Vete a dormir y no sigas fastidiando, muchacho... El niño se alejó tímidamente y el padre, al meditar lo sucedido, comenzó a sentirse culpable: "Tal vez necesita algo", pensó, y queriendo descargar su conciencia se asomó al cuarto de su hijo y con voz suave le preguntó:
– ¿Duermes hijo?
– Dime papi, respondió él entre sueños.
– Aquí tienes el dinero que me pediste.
– Gracias papi -susurró el niño mientras metía su manita debajo de la almohada, de donde sacó unos billetes arrugados-.
– ¡Ya completé! -gritó jubiloso.
– Tengo, doscientos pesos..., ahora papá:
¿Me podrías vender una hora de tu tiempo?
Entrevista:
Entrevista con Mónica Estévez y Flor Vargas sobre como acompañar emocionalmente a los hijos en el divorcio.
El matrimonio tiene diferentes etapas en las que el divorcio puede ocurrir. Una de ellas es cuando la madre está embarazada y se da la separación antes de que nazca el niño. El hijo vive esto según el parámetro que conoce, es decir, aún no tiene un parámetro social para saber cuales son los ingredientes de una familia. Cuando el niño entra al plano social y entra al preescolar se da cuenta de que hay una mamá y un papá en las familias, así como también con los tíos y abuelos. Este par que falta en la familia lo ve como un abandono y negación. El niño siente que la vida le debe.
En el caso de que el divorcio ocurra de cero (0) a siete (7) años tienen a pensar que algo de esto ha sido su culpa. El abandono se agudiza porque no pueden comprender como un solo mundo se separa en dos. Vive en una dualidad que no comprende y lo único que puede hacer desde este criterio es ir juzgando y sectorizando. Esta situación se traduce en el estado emocional de la inseguridad, ya que, no es lo mismo cuando el niño tiene un criterio claro de que hacemos.
Cuando entra el círculo social y los amigos son más vulnerables los chicos porque no tienen un parámetro definido y tampoco se sienten acompañados por la unidad que se supone que debieron recibir. Recordemos que el niño, a esta edad, es egocéntrico, en la etapa en que el niño es el centro de la familia.
Cuando los niños llegan a la pubertad y adolescencia tienen un sentimiento de que es injusto de que me pase a mi y le angustian lo que va a pasar con ellos. Otro factor que se da es que tienen obligaciones con los hermanos.
El hijo número uno tiene la posición se ser líder, ya que, los padres se han estrenado con él. Por lo tanto, cuando se separan, es el hijo que asume una postura de carga, se preocupa por las cosas, pendiente de los demás, entiende que le toca el rol de ser papá substituto. El hijo número dos, tiene el rol de ser el mediador, cuando hay un tercer hijo se hace imprescindible para ser notado por su madre. El hijo número tres es el planificado, cuando llega el divorcio suele ser el que evade. Cuando hay un hijo número cuatro, es el que concreta, cuando llega el divorcio se sumerge en mucho disfrute o puede sumergirse en mucho trabajo para evadir. Dependiendo de la edad, puede ser el que se quede más desbastecido porque duró menos tiempo con la familia.
Pautas para manejar las crisis en el divorcio:
- Evitar involucrar los hijos en el dramatismo. El drama se da cuando uno o ambos padres le pide a los hijos que cargue con la lealtad a su dolor, que se solidarice con su dolor.
- Los hijos necesitan querer a ambos padres.
- Acompañamiento emocional de los hijos durante la crisis tiene que ver con aprender a validar dolor. El niño, llorará, reclamará, pedirá auxilio, sentirá añoranza, en ese momento el padre debe de decirle al niño, sé que te hace falta papá o mamá. Al validar el dolor del niño, éste sentirá que está acompañado por una madre o un padre que sabe el mundo interno que está viviendo el niño y no se lo está negando. Luego en la vida adulta ese niño se formará sin temer a las crisis sino afrontarlas. El acompañamiento emocional es asegurarle la inteligencia emocional a un ser humano porque luego puede entender el dolor del otro.
El padre o la madre debe de apartarse de los hijos al momento de sufrir una crisis profunda de tristeza, pero cuando regrese al niño permítele a él que llore. Si su niño llora la ausencia del padre o de la madre en tus brazos en un buen indicador de que están manejando la crisis con la realidad emocional que se está viviendo. Aprender a tolerar los arrebatos de los niños, ya que, tendrán un cambio de humor permanente para probar si realmente hay seguridad.
"Los niños nunca están preparados para perder a sus padres".