Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte.
Desde 2 de Junio de 2024.

jueves, 3 de marzo de 2016

#438 Al final de la tarde con Jordi

Reflexión del Día:


Era una vez una carrera... de sapos. El objetivo era llegar a lo alto de una gran torre. Había en el lugar una gran multitud. Mucha gente para vibrar y gritar por ellos. Comenzó la competencia. 

Pero como la multitud no creía que pudieran alcanzar la cima de aquella torre, lo que más se escuchaba era:

- ¡Que pena! esos sapos no lo van a conseguir... no lo van a conseguir...

Los sapitos comenzaron a desistir. Pero había uno que persistía y continuaba subiendo en busca de la cima. La multitud continuaba gritando:

- ¡Que pena! Ustedes no lo van a conseguir...

Y los sapitos estaban dándose por vencidos, salvo aquel sapito que seguía y seguía tranquilo, y ahora cada vez más con más fuerza. 

Ya llegando el final de la competición todos desistieron, menos ese sapito que curiosamente en contra de todos, seguía. Llegó a la cima con todo su esfuerzo.

Los otros querían saber qué le había pasado. Un sapito le fue a preguntar cómo él había conseguido concluir la prueba.

Y descubrieron que... ¡Era sordo!

¡No permitas que personas con pésimos hábitos de ser negativos derrumben las mejores y más sabias esperanzas de tu corazón! 

¡Recuerda siempre el poder que tienen las palabras que escuchas!

Moraleja: Sé siempre SORDO cuando alguien te diga que no puedes realizar algún sueño.

Aconteceres de Impacto:



Entrevista:


Entrevista con Mónica Estévez y Flor Vargas sobre divorcio, causas, crisis y consecuencias.

En el momento que se desata la crisis y se gesta el divorcio, muy poca gente puede prever y mirar todo el impacto que tienen en todo el ecosistema, es decir, a todos los vínculos y lazos familiares.

Las estadísticas indican que a nivel mundial las personas le huyen a las crisis. No disponen de recursos para tomar una crisis, vivirla, sacar algo positivo y seguir caminando. El recurso fácil tiende ser la huida y en el tema de relaciones es el divorcio. Ahí se registra que hay una incapacidad, frustración e intolerancia.

En los últimos cinco años han habido diecisiete mil (17,000) divorcios, ochenta y siete mil (87,000) separaciones registradas. Son número alarmantes que se ven reflejados en los niños cuando llegan a consulta.

La generación de hoy en día está perdiendo la capacidad de retener. En su lugar, la situación del divorcio debería de manejarse desde la corteza buscando soluciones creativas para cuidar lo más vulnerable que son los niños. Hay que reconocer que la tendencia es a incapacitarnos para solucionar conflictos y todo lo que genera la crisis tiene que ver con emociones.

El divorcio es un nudo en la biografía de nuestras vidas; donde se atascó algo que marca la entrada a un contexto de riesgo en el todo el que esté implicado, es decir, todos estos actores del ecosistema se ven forzados a replantearse su vida a partir de ahí. Por eso la crisis del divorcio no se limita a lo emocional también está la salud, economía, bienestar general de la familias entre otros.

Una de las causas más comunes, en consulta, que la gente se quiera divorciar, es cuando le da la sensación de que el proyecto como el lo ideó o expectativa no va hacer posible. Ahora bien las preguntas son: ¿esa expectativa que tienes es tuya o de los dos? ¿te haz preguntado que expectativas tenía la otra persona?. Cuando se gesta el vínculo con otra persona no queda claro cuales son las necesidades el otro, prima más la de uno. En un matrimonio son se van a cumplir cien por ciento tus expectativas, no es posible.

Primero somos novios y tenemos una ilusión, enamoramiento, hay todo un proyecto de vida donde yo traigo unas expectativas y tu traes las tuyas. El matrimonio es una experiencia para adultos y a veces no entramos siendo consientes. Por eso las etapas que vamos viviendo nos van consolidando como personas, como pareja, cuando llegan los hijos como padres, es un proyecto al cual nos vamos de la mano con otra persona con expectativas.

La primera etapa del matrimonio es antes de tener los hijos. Cuando un divorcio se da antes de tener hijos salen a relucir las vulnerabilidades de cada uno, como por ejemplo, inseguridades y temores. El riesgo aquí es que no podemos encontrar una forma de comunicarnos, establecernos y encontrar un plan mutuo, ya que, en estos momento no tenemos compromisos de un legado.

La segunda etapa en el matrimonio es cuando llegan los hijos, es decir, cuando el matrimonio se van consolidando porque hay un legado, somos familia, hay un proyecto y responsabilidades. Cuando llega el divorcio en esta etapa, la vulnerabilidad es la simetría que tenemos a la hora de criar. Cuando los padres no pueden manejar la co-responsabilidad de la crianza nos damos cuenta que los niños polarizan y se percatan de lo que esta pasando aunque los padres tratan de evitarlo. Con los hijos el riesgo es la des-conexión de que se termine la pareja, pero los padres no se divorcian de los hijos.

Existen matrimonios que no tienen hijos. Pasan el tiempo y los hijos no llegan y no tener hijos puede ser una causa de un divorcio. Eso puede ser por razones fisiológicas y uno de los dos se puede sentir que no fue suficiente y se va a desconectar del vínculo.

Para que se puede restablecer la relación y los hijos sientan que los padres se divorciaron mas no perdieron a sus padres necesitan que ambos padres asuman la responsabilidad mutua de la derrota del matrimonio. Siendo así los hijos son liberados de defender a un padre del otro. Otro factor importante es que cada uno descubra de quien me estoy divorciando.

Frase final: "Se separaron. Ella tomó el camino de la izquierda. Él, el de la derecha. Pero olvidaron algo. El mundo, es redondo."



Programa Completo: