Esto lo escribí hace 3 años para una reflexión y es propicia para que nos recuerde que a veces gastamos energías, tiempo y hasta salud; pensando en aquello que no podemos cambiar ni modificar.
Sin embargo, luchamos contra eso. Como si quisiéramos dejar de reconocer que existen situaciones en que simplemente no se encuentra en tus manos y debes con paciencia y creyendo en tu fe y sino crees, esa experiencia ye hará ver que hay esos momentos en que solamente nos resta decir a Dios que se haga Su Voluntad.
No nos angustiemos haciendo de cosas ya pasadas que nada podemos cambiar pero si podemos hacer de hoy algo mejor del día y de nosotros mismos. Agradezco esta reflexión de hace 3 años de una estimada amiga que me la hizo llegar. Gracias Dios por estar ahí de una forma o de otra. Denle fuerza a su fe no a sus temores.