Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

lunes, 6 de febrero de 2017

Casos y personajes

Hace unos años, para el 2004, cuando se hablaba del famoso caso Plan Renove, sobre el mismo escribí varios artículos, entre ellos, uno titulado "Un renove su congreso", en el mismo ofrecíamos una explicación de una de las maneras "irregulares" que fueron verificadas en el mismo y además, se mencionó un personaje que hoy sale a relucir nueva vez en el escenario, con el caso Odebrecht. En aquel primer expediente que nos referimos, nada sucedió con los "intermediarios", pero los distintos hechos donde se ha visto envuelto, parece ser un hombre bien relacionado con los distintos poderes políticos del país, como hay otros, y no es más que una pieza del engranaje que produce el sistema político y económico que hoy padecemos.  Expongo parte del artículo ya mencionado, en la forma siguiente:
Ahora bien, a propósito de la acción realizada por la Procuraduría General de la República contra los beneficiados del RENOVE, tuvimos la oportunidad de que nos llegara a nuestras manos un documento auténtico, levantado por Notario Público, donde se verifica una posible relación de legisladores en este vergonzoso expediente.  Lo que a continuación transcribiremos, no es más que la certidumbre de que en el RENOVE faltan más de que lo que se han indicado en el expediente.  Veamos parte del contenido del acto mencionado, dice lo siguiente: “ Por ello la compañía HYUNDAI AMERICAS CORP.,  y solidariamente su Presidente SR. SAM GOODSON se obligan a pagar al SR. ANGEL RONDON RIJO, la suma de NOVECIENTOS NOVENTA Y CINCO MIL DOLARES (US$995,000.00), monto que será pagado de la siguiente manera: 1) Un primer pago por la suma de CINCUENTA Y OCHO MIL DOLARES (US$58,000.00) tan pronto sea efectiva la aprobación del financiamiento por parte del Senado de la República Dominicana; 2)Un segundo pago por un monto de SEISCIENTOS MIL DOLARES (US$600,000.00) inmediatamente después de lograda la aprobación del financiamiento por parte de la Cámara de Diputados de la República Dominicana; y 3) Un tercer y último pago por un monto de TRESCIENTOS TREINTA Y SIETE MIL DOLARES (US$337,000.00), que tendrá que ser pagados en un plazo no mayor de quince (15) días luego de haber sido aprobado dicho préstamo por ambas Cámaras.  Que este acuerdo y la obligación de pago contenida en el sólo tendrán fuerza de ley y será ejecutoria entre las partes y oponible a los terceros siempre y cuando la Aprobación del Senado de la República Dominicana y de la Cámara de Diputados se produzca no más allá del día veinte (20) del mes de junio del presente año dos mil dos (2002). (Subrayados de J.J.V.).
Como se puede observar en esta parte del documento que fue levantado ante un Notario Público, el señor Angel Rondón Rijo, sin ser diputado ni senador, se obligaba en fecha 21 de Mayo del 2002, a que meses después el préstamo que cursaba en el Congreso fuera aprobado y por estas diligencias cobraría más de 900,000 dólares.   En síntesis ese fue el objetivo de la elaboración de dicho acuerdo con el señor Sam Goodson, judío norteamericano y Presidente de la Hyundai Americas Corp., y que por el cual ahora se ha hecho una solicitud de extradición.
Este acto conjuntamente con una serie de recibos y cheques en dólares que fueron  emitidos a favor de personas vinculadas a legisladores, forman parte de un expediente que se encuentra en manos del Depreco.  Por ejemplo existe un cheque a nombre de un tal Domingo Hernández, que recibió varios cheques en septiembre del 2002, coincidencialmente un legislador del Partido Reformista, tiene como chofer a una persona  de ese mismo nombre.
Como podemos ver, este sistema que nos gastamos ha permitido que el fenómeno de la corrupción y la impunidad, vayan de la mano y caminen juntos, siempre en perjuicio de las grandes mayorías. Es en este sistema que aparecen los Angeles o como se les quiera llamar y siempre tienen una manera de salir airosos de cada expediente o caso sonoro, como la suave brisa que sale por la puerta que queda o dejan entreabierta.  O muchas veces son utilizados como chivos expiatorios para no llegar o no tener que nombrar ni acusar a quienes son los reales corruptos.

Que se entienda, no creo en tener una fijación contra una determinada persona o institución o empresa.  Entiendo que si se atacar el fenómeno de la corrupción debe ser de forma generalizada y sin excepción ni predilección. Porque entonces cuando así se hace, se quedan fuera la gran parte. No deben ni pueden haber corruptos ni casos favoritos.  Si se quiere hacer una correcta lucha se debe estar en contra de toda aquella que haya generado o genere esta sociedad y sistema

El fenómeno de la corrupción en nuestro país, mientras no se le imprima la voluntad política necesaria, requerida, exigida y real, seguiremos viendo casos y personajes como sucedió hace más de diez años en el Renove, como otros que han ocurrido antes, en el transcurrir del tiempo y los que hoy ya estamos siendo testigos, no solamente el de la empresa brasileña.  Debe condenarse la corrupción pasada y la actual, no debe haber prescripción de memoria para ello.

Ese aspecto de la corrupción la genera este sistema bajo el cual somos sometidos y mientras no sea corregido desde las propias raíces y sin quedarnos en las ramas, seguiremos viendo casos con sus respectivos personajes ya hartos conocidos u otros que estén dispuestos a seguir haciendo el papel de "intermediario", sobornado o como se le quiera etiquetar. Tendrá que llegar el momento, ojala y ahora sea el momento, de que no importa quién, de qué partido sea, o a qué grupo económico pertenezca o cargo de poder ostente; sea llamado y sentado en el banquillo de los acusados para ser juzgado acorde manda la ley.  Ya estamos bien cansados que lleguen y se vayan casos y personajes, por el olvido o por el destape de otro más fuerte. O que la soga corte por lo más débil y fino.  Y mientras tanto, nuestras cárceles sigan vacías de aquellos que han depredado el erario y se continúan llamando Don, atento a su poder económico, político o social, amasado a través de sus fechorías no sancionadas.