No todo lo que parece una oportunidad te da acceso a lo que esperas, por ello lucir cautela es sensato. Humanamente, vemos cuando se nos abren puertas, pero los corazones se quedan sellados, nos descorren las cortinas para abrir un negocio, pero guardan los mejores clientes y las conexiones claves; te invitan a sus vidas, te prestan sus cosas, se desvisten el cuerpo y se arropan el alma; el sofá del tiempo te invita a acomodarte mientras el verano le abrocha el cierre a su traje de noche.
¿Quién entiende las razones del hombre? Dicen amarte pero no toleran cuando disientes, dicen ser abiertos a todo pensamiento, pero creen que eres mente estrecha cuando asumes ajustarte a la cordura del pensamiento divino. Considera esto, "¡cuando Dios abre, nadie cierra!".(Cosme).
Vivo convencido de que estar sentado y decir que crees en Dios te hará las cosas mas fáciles o permitirá que todo sea posible. Si creo que cuando desde el corazón haces lo que te corresponde, que no esté acaparado del odio, la envidia, el ego exacerbado, la maldad y la soberbia; muchas cosas buenas puedes y recibirás, indicándote y recordándote que la soledad nunca la tendrás cuando lo tienes a Él.
Hay quienes tienen oportunidades porque lo divino le ha abierto las puertas, pero prefieren seguir malgastando su tiempo y momento en las mismas malas actitudes, maldiciendo o cometiendo los mismos errores y machando sobre lo mismo que te tiene donde hoy estas. Hay quienes piensan que así como se burlan o tratan a otros creyendo que su soberbia los llevará siempre a conseguir lo que desean y se olvidan qué motivos o móviles los mueven a realizar las cosas.
Lo que Dios a dispuesto que será, no habrá fuerza humana que lo impida. Aprende a creer en Dios, teniendo primero un corazón que sobrepase tus limitaciones y debilidades que pueden hacerlo no merecedor de la gracia que solo El es capaz de regalarte. Cuando Dios te aleja de personas, no te lamentes, espera un poco más y mira luego de lo que te libró. Dios bendiga cada luchador y guerrero.
Doy gracias doble a Dios, la virgen y mi madre, porque un día como hoy hace 80 meses volví a la vida. Porque he buscado aprovechar esa oportunidad que me dio, tratando de ser fiel a mis promesas y buscando mejorar día a día como persona. Porque no ha permitido que el odio ni la venganza me atrapen. Y pueda vivir libre desde dentro. A mi madre por ser mi ángel espiritual y sentirla. A la virgen por haber tenido misericordia de mi familia y seguir protegiendo sus pasos y los sueños.
Asimismo, agradecer porque hace dos años y 8 meses Dios permitió que hiciera realidad un objetivo, el espacio radial. Qué más pedir, que de tan mala experiencia, El nos brindado la luz para que las sombras no sean hoy parte de nuestras vidas. Gracias por tanto. Por tener tantas personas a nuestro alrededor que, a pesar de las amenazas de tanta maldad y perversidad que intentan quitarnos la paz, son muchos más los grandes corazones y almas extraordinarias que se encuentran dándonos su apoyo y su comprensión. Si hoy dejara este mundo, convencido de que he recibido más de lo que merecía. Bendecido y gran día para todos.