Una pasión irreverente malogra un objetivo importante. Ser apasionados y exitosos requiere de ser objetivos y nobles. No debemos usar nuestra pasión para llamar la atención. Toda pasión bien intencionada nos lleva a un logro bien merecido.
Ella es el impulso de un carácter debilitado, la palanca de un gran proyecto, la compañera perfecta de la disciplina.
No debe aflorar del ego o la ambición, debe ser fuego puro que resulta de la leña curada y secada para arder continuamente, sin humear, hasta consumirse toda por la causa.
La pasión es tan fuerte que puede recoger aún el polvo de los pedazos rotos y nuevamente insertarlos en un nuevo comienzo; sin embargo, solo el amor la purifica verdaderamente. "¡La pasión que da vida no anda por sendero de muerte!".(Cosme).
Tengo el convencimiento que la pasión acompañada de amor por lo que haces y respeto, te hacen algo cuidadoso en llevar a cabo la realidad de tus sueños. Es la bujía que te permite levantarte día a día con la esperanza de que las cosas serán mejores y que a pesar del posible cansancio, el solo hecho de la emoción que llena cada vez que te envuelves en ese camino, ofrece y renueva las fuerzas requeridas para no desistir y hacer las cosas de tal forma que transmites esa misma energía a todo el que se acerca a ti, y le imprimes la misma sintonía en identificación.
Siempre he dicho y lo creo, que no hay mayor elemento que aquel que surge de la identificación de quienes acogen para si el mismo amor por una pasión o un sueño que se construye día a día. La pasión te rejuvenece y ofrece vida a quien no la deja perder. Procura que eso que te mueve sea llegado desde el corazón y con la fortaleza de Dios en tu caminar.
Admiro a quienes en lo que hacen lo realizan con fuerza y le imprimen "hambre" de superación y de disposición. A quien así actúa y sin soberbia ni realizando las cosas con malas ganas y vibras. Quienes saben aprovechar todo cuanto les ofrecen de oportunidad; que saben vencer la apatía y el desgano; quienes no son somníferos o piedras en el camino de los entusiastas. Admiro al que no vive de quejas ni se dedica a ser un aprovechado del que se esfuerza y lucha. A quien no mata la sonrisa del que confía, se motiva y se esfuerza cada mañana. A quien no es traba ni retranca en el proyecto de otros ni los sueños de los que buscan realizarlos. Quienes creen desde el corazón en Dios y lo llevan consigo en cada realización de su vida. Feliz inicio de este lunes.