Reflexión del Día:
"Las cosas más preciadas de la vida, no se construyen con la mano ni se pueden comprar con dinero".
Entrevista:
Entrevista con Mónica Estévez sobre el duelo de la pérdida de un hijo.
El duelo es una herida que hay que reparar. Y justamente en el mes de febrero es importante que revisemos porque no puedes expresar intensamente el amor. Una de las principales causas de esto es que aún no haz cerrado procesos. A estos procesos se les llama duelo.
Cunado se habla de la pérdida de un hijo, esta no se supera sino se aprende a vivir. Aprender a vivir es toda una tarea de vida, ya que, para la mayoría de las personas no logran trascender esta etapa. Es una tarea muy profunda que toca las fibras de la existencia e implica aprender a vivir con el desapego.
El proceso de duelo de un hijo toca sentimientos como la rabia. La cual muchas personas no saben como expresarla y queda atorada en la persona. Este sentimiento sirve para procesar el dolor al cual está inmerso. La rabia ayuda a avanzar en la próxima etapa del duelo que es la profunda tristeza.
El duelo está formado por un conjunto de tareas, planteados desde el punto de vista de la responsabilidad personal. En ese programa solo vamos a tocar la primera, la cual describimos a continuación.
Primera tarea, aceptar la realidad de la pérdida. La persona tiene que atravesar un ciclo de tiempo para concretizar la realidad de la pérdida durante un año de una nueva identidad, es decir, sentir la ausencia en fecha memorables como: Año Nuevo, Día de San Valentín, Cumpleaños, Navidad, entre otras fechas. En esta fase uno, es normal que la persona sienta un sensación de pérdida de fuerzas. La persona debe de reconocer esta vulnerabilidad y retirase de toda actividad que implique dar, ya que, en ese momento no tenemos nada para dar.
Los duelos por la pérdida de un hijo traen consigo un sin número de efectos colaterales en al dinámica de familia. Para los hijos que quedan pueden sentir un doble duelo, el de los padres y del hermano perdido.
Frase Final: "El desapego es muy poderoso por que cuando aprendemos a desapegarnos respectamos la fuerza de la naturaleza, la cual significa que también respetamos los caminos de nuestra propia vida.