Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

martes, 9 de febrero de 2016

#421 Al final de la tarde con Jordi

Reflexión del Día:


"Cometer errores es de humanos y de sabios pedir perdón".

Aconteceres de Impacto:


Origen del refrán: En martes no te cases, ni te embarques. Entre el vulgo supersticioso es lo mismo que decir, en día aciago y funesto como el martes, no emprendas ningún negocio de importancia. El martes, tercer día de la semana consagrado al planeta y dios Marte, del que tomó el nombre y con cuya figura le representan, fue considerado entre los egipcios (sic, en realidad el Tifón pertenece a la mitología griega) como día de muy mal agüero, porque decían era el del nacimiento de Tifón, uno de los gigantes que se atrevieron a escalar el cielo.

Entre los turcos es también el martes enumerado entre los días funestos, como el jueves lo era entre los griegos; por cuya razón no suelen ponerse en camino, ni emprender en él cosa importante.

Nuestro ilustrado Feijóo habla detenidamente acerca del origen de esta preocupación, de la cual no estábamos nosotros exentos, y que logró desvanecer mucho con sus escritos. El origen de esta especie de proverbio dicen que fue el haber sido martes el día en que el rey D. Alfonso el Batallador, primero de Aragón, fue vencido por los moros, y muerto en la batalla de Fraga el año de 1134. Pero si la desgracia sucedió, como cree Zurita, el 7 de setiembre, este día fue viernes, y solo podrá favorecer la opinión tan vulgar y supersticiosa como la otra, de que la calidad de infausto comprende a los tres días de la semana en cuyos nombres entra la letra R, como martes, miércoles y viernes.

De aquí el otro refrán: En Viernes, Miércoles y Martes, no te cases, ni te embarques. Hablando Mariana en su Historia de España —Año de 1276, libro XIV, Cap. 2— de la muerte del Rey D. Jaime de Aragón y del destrozo que sus tropas sufrieron en Luxen, dice: El estrago fue tal y la matanza que desde entonces comenzó el vulgo a llamar aquel día, que era martes, de mal agüero y aciago. Quevedo, riéndose de esta supersticiosa creencia, dice: El martes es día aciago, para los que caminan a pie, y para los que prenden. También dice: Martes toma todo lo que te dieren y no repares en cumplimientos. (La sabiduría de las naciones, de Vicente Joaquín Bastús y Carrera (1862).

Entrevista:


Entrevista con Cristian Burgos sobre principios de comunicación con la pareja y el mapa de cuentas para manejar el ritmo de bienestar.

La cultura financiera trata de la gestión de todos los recursos incluyendo el tiempo. Una persona con cultura financiera sana es muy difícil que abuse del tiempo de los demás o que esté en sobre peso.

Las etapas de la vida no son cronológicas sino por los riesgos que uno se expone, tal como, casarse, mudarse, entre otras.

Confianza y sentido de dirección es el virus que está en gran parte de las parejas dominicanas.

El matrimonio es un contrato, aunque suene frío, pero es así. Saberlo te da más probabilidades de que tu relación tenga éxito. De lo contrario se vive al margen la realidad, se olvida que todos los riesgos están comunes bajo ese contrato.

Para que halla una buena administración no es solo la habilidad para la gestión de los recursos sino los objetivos comunes. Quien decida quien va a administrar el gasto debe de partir de una decisión, no de quien lo produzca.

Los padres de nuestra generación fueron proveedores y nuestras madres amas de casa receptoras y administradoras de hogar y no necesariamente de la toma de decisiones.

Para evitar infidelidades financieras, es decir, ocultar a la pareja los ingresos percibidos, es necesario esclarecer los gastos fijos del hogar para que así la comunicación esté al rededor de una realidad. Teniendo este primer objetivo financiero transparentado, se pasa al segundo que es el fondo de contingencia para sostener nuestros gastos fijos por un tiempo determinado y a a partir de entonces podemos orquestar nuestros quereres.

Estamos sumergidos en una generación de querer cosas nuevas y poder pagarlo, lo que nos está alejando de la unión del verdadero objetivo que es gestionar objetivos comunes. Cuando nos excedemos en gastos es importante tener un encuentro común con la pareja para dialogar sobre lo sucedido y compensar el excedente.

El matrimonio es una empresa porque empieza con la unión de un contrato, riesgos  y la comunión de unos objetivos. Cuando esto sucede en libertad, el amor y la confianza suceden.

La comunicación sobre el dinero debe de ser objetiva y basada en una realidad, representada a su vez, en un número que todo nuestro esfuerzo debe de alimentar. Hasta que los gastos fijos no se cubran no se puede pensar en gastos extraordinarios.

Reflexión Final:
  • Lo primero es que se debe de sentar a ser un inventario de riesgos de sus objetivos y de tu comunidad. Riesgos a favor y en contra.
  • Segundo, hacer un auto diagnóstico financiero de cuan sostenibles somos.
  • Tercero, alimentar un objetivo de ahorros.
  • Por último, regular nuestros hábitos de vida.



Programa Completo: