Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

miércoles, 17 de febrero de 2016

#427 Al final de la tarde con Jordi

Reflexión del Día:


"No importa que es lo que pase en tu vida, ni cuántas enfermedades tengas que pasar, nunca le debes de poner condiciones a la felicidad." - Maki Ortiz Domíguez

Sección Deportiva Nacionales e Internacionales con Wilson de León:



Aconteceres de Impacto:



Mujeres que han marcado la historia de la independencia con Susi Pola:


Ana Valverde (1798 – 1864)

Tenía 46 años para la contienda.

Nació en Santiago de los Caballeros, en 1798. Hija del Dr. José Valverde, abogado de la Real Audiencia de esta isla y de Dolores Fernández. Su hermano, Manuel María Valverde, también era duartiano y uno de los principales próceres de la Restauración.

Destacada febrerista, ella y su familia se opusieron a la ocupación haitiana prestando nobles servicios al movimiento independentista de 1844.

Inmediatamente después de la proclamación del 27 de febrero, como se esperaba un ataque haitiano, esta valiente mujer se dedicó a recabar fondos para reconstruir los muros de la ciudad de Santo Domingo.

De Ana no hay fotos ni referencias de cómo era.

Rosa Duarte reivindicó sus aportes en breves notas que consigna en sus apuntes.

Josefa Perdomo exalta en un poema su valor y reconoce el apoyo decisivo de la dama a la reedificación de las murallas protectoras.

Félix María Delmonte da testimonio de su patriótico gesto reclutando otras mujeres para la causa, incitando a la protesta.

Son menciones, líneas, insuficientes para componer la biografía que merece su entrega, casi nada en relación con el homenaje de que es digna por su desprendimiento y osadía.

La historiadora Sonia Medina profundizó búsquedas de noticias sobre Ana Valverde y dio con la triste realidad de la ausencia. Piensa que no fue rescatada, que no hay nada sobre ella desde su salida hasta su muerte. "José Gabriel García, que gusta de explayarse en detalles mínimos, no dice nada. Vetilio Alfau la retoma, pero prácticamente en menos de una cuartilla, y todos, después, repiten el mismo verso, las mismas referencias".

Cuando Pedro Santana tomó el poder, fue expulsada del país, murió en Santo Domingo el 20 de noviembre de 1864.

La calle Ana Valverde nace en la Josefa Brea, en el barrio de Mejoramiento Social y muere en la Carlos Nouel, en Villa Consuelo.

Rosa Duarte y Díez (1820 – 1888)

Nació en la ciudad de Santo Domingo, en el barrio Santa Bárbara el 28 de junio de 1820 hija de Juan José Duarte Rodríguez y Manuela Diez Jiménez. Hermana de Juan Pablo Duarte, padre de la patria de República Dominicana.

Fue una mujer entregada a la causa patriótica de su hermano Juan Pablo, siendo una activa miembro de la sociedad secreta, político-militar, independentista, denominada La Trinitaria, sus aportes para con la nación dominicana son considerados por el historiador Emilio Rodríguez Demorizi como el "Nuevo Testamento" de la historia dominicana. En sus apuntes escribe, "Dios me ha conservado la facultad de pensar, recordar y también me ha concedido el sagrado derecho de protestar contra los traidores de la patria".

Junto a sus amigas, participó en las obras teatrales que se presentaban en el edificio de la Cárcel Vieja, situado al lado del Palacio de Borgellá, frente al Parque, desde las que se creaba conciencia sobre la causa independentista. Con estas obras teatrales reunían recursos con el fin de comprar municiones y cubrir los gastos de la causa independentista dominicana.

En 1845 es condenada al destierro fuera de su patria, deportada junto a su madre y hermanos, abandonando así a su prometido Tomas de la Concha quien fue fusilado en 1855 junto a Antonio Duverge.

Cuando muere cuando Juan Pablo Duarte, ella quiso regresar al país. Aunque en 1883 el Estado Dominicano le ofreció facilidades para el retorno de toda la familia, su hermano Manuel se negó, y la familia se quedó en Venezuela.

Junto a su hermana Francisca confeccionó la Bandera Dominicana que enviaron al ayuntamiento de la Ciudad de Santo Domingo.

Murió a los 67 años, el 26 de octubre de 1888 fallece en Caracas, Venezuela a causa de disentería. Tan solo 2 años después de su muerte también mueren sus hermanos.

María Trinidad Sánchez (1794 – 1845)

Trinidad Sánchez nació en Santo Domingo colonial el 16 de junio de 1794, hija de Isidora Ramona y Fernando Raimundo Sánchez, perteneció al grupo de patriotas que lucharon por la Independencia Nacional. Junto a Concepción Bona, sus manos confeccionaron la primera bandera dominicana.

Fiel seguidora del pensamiento y acción de Duarte, participó activamente en todo el proceso que culminó el 27 de febrero de 1844, momento decisivo en el que transportó pólvora en sus propias faldas y elaboró muchos de los cartuchos que utilizaron Los Trinitarios esa noche.

Al rebelarse las intenciones anexionistas del general Pedro Santana, se integró a los movimientos conspiradores que surgieron para derrocarlo. María Trinidad alojó en su casa a los descendientes del general Santana y organizó y orientó la conspiración del 1845.

Intentando por todos los medios legales que los defensores de la Independencia pudieran volver al país, el movimiento conspirativo entre civiles y militares tenía por plan un cambio de gobierno, dejando a Pedro Santana con plenos poderes para que éste ordenara el regreso de los patriotas, para luego derrocarlo.

Al descubrirse la insurrección, María Trinidad fue una de las primeras personas apresadas. Única conocedora del escondite de su sobrino, Francisco del Rosario Sánchez, a quien le llevaba las comunicaciones que le enviaban, jamás lo reveló. Junto a otros conjurados fue juzgada por un Consejo de Guerra que les condenó al fusilamiento. El dictamen del Tribunal dice textualmente que fueron condenados como autores instrumentales de la conspiración considerados hasta el momento, y por haberse negado obstinadamente la primera (María Trinidad Sánchez) a confesar (es decir, a delatar) los principales.

En los interrogatorios se le ofreció a gracia de la vida si denunciaba a sus compañeros de conjura, María Trinidad prefirió callar y enfrentarse al pelotón de fusilamiento antes de traicionarlos.

El 27 de febrero de 1845, al cumplirse el primer aniversario de la fundación de la República, se ejecutó la sentencia. María Trinidad Sánchez caminó desde la Fortaleza Ozama hasta el cementerio, donde sería fusilada, y al pasar por la Puerta del Conde exclamó: "Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República".

Su muerte fue producto de la fidelidad a los intereses de la soberanía dominicana.

Programa Completo: