"La verdadera humildad no es pensar menos de ti mismo, es pensar menos en ti mismo".(Cosme).
A veces lo más difícil es encontrar el balance, el equilibrio en nuestras vidas. Es por eso que debemos cuidar que no lleguemos al menosprecio o a desvalorizar lo que somos o quienes somos. Otra es creer que todo gira en torno a nuestro interés y que solo lo importante es mi situación o mi problema y llegamos al egoísmo exharbado. Debemos aprender a identificar uno y otro porque determina parte de nuestra forma de ser sencillos y humildes, así como de nuestra felicidad y la que aquellos que nos rodean y están cerca nuestro. Aprendamos a ser agradecidos. La gratitud es un don ligado a la sencillez y menos al ego. Tiene mucho que ver con aquello que recibimos y no sabemos decir: gracias. Como el Evangelio de hoy en que de los diez leprosos, después de estar curados por Jesús, solo uno se hincó a sus pies a dar gracias. Recuerda agradecer y menos queja de su vida, puedes llegar al egoísmo y la soberbia.