"Hay promesas que se cumplirán aunque algunos las desestimen porque les suenan más como amenazas que como promesas. La madurez nos lleva a ser selectivos en cuanto a lo correcto, la experiencia en cuanto a lo conveniente y la revelación en cuanto a lo divino. La única alternativa que tenemos para la palabra de Dios es creerla en cuanto a la madurez, practicarla en cuanto a la experiencia y amarla, en cuanto a la revelación. San Pablo explica a los Tesalonisenses, lo que hoy aplica: “…por no recibir el amor de la verdad para ser salvos, Dios mismo les enviará un poder engañoso para que crean la mentira a fin de que sean juzgados quienes no creyeron la verdad y se complacieron en la iniquidad” (2 Tesalonisesnses 21:10-11).".(Cosme).
Hay quienes necesitan más que una fe inquebrantable, un corazón agradecido y más sumiso a los designios de Dios. Hay quienes no creen aunque el mismo Jesús les hable porque siempre necesitan más y no son conformes. No es cuestión de su fe, sino de lo que tienen en si mismos. Necesitan ser curados de tantas historias pasadas. Que aunque estén recibiendo, No podrán ver a Dios donde hay dicha porque necesitan buscar como poner esa piedra histórica que han puesto en su camino y es signo de quien no agradece y piensa que lo dado es merecido. Igual hoy, se parece al Evangelio de hoy en que las novias a quienes le dieron lo mismo no supieron manejar sus aceites y las que lo dejaron con ellas no supieron dar de lo recibido. Dicen: "Dios es amor". ¿Pero tú vives bajo su lema o el tuyo? ¿Tienes felicidad y gratitud o ego? Estás dispuesto a dar mas que recibir? Él todo lo ve, no le engañes. Cultivar la fe, no solo es creer y sino creerle.