Producción

Una producción de Lucía Medina para Al final de la Tarde con Jordi.
Programa Nominado a Premios Gardo 2020, en Actualidad, Región Norte

domingo, 26 de agosto de 2018

Reflexión del Día

Dicen que: “nadie puede hacer que algo suceda a menos que Dios así lo haya querido”. (-Lamentaciones 3:37). Hay quienes quieren planificarlo todo y hasta hacen forzar las cosas a una manera, a pesar de que saben no es la correcta, porque tienen un esquema de todo, y no desean salirse de eso, se mantienen en la soberbia. La ira los domina y el encono desean pagarlo con todos porque las cosas deben ser tal cual las imaginan o idealizan y todo lo que no entran dentro de eso, está equivocado y no tiene la razón. Deben darse contra la pared o un golpe emocional o de lección fuerte para darse cuenta de sus yerros o de sus imágenes creadas a su forma. Dejan a Dios para que supuestamente haga su voluntad, pero es la de ellos la que debe primar y todo cuanto hacen es contrario a lo que dicen dejar en manos del Altísimo, porque piensan que lo divido es algo extraño en el mundo del día a día y de las actividades y situaciones de los humanos. Así como vemos a Dios, lejano o cercano, asimismo es nuestra fe. Si eres coherente no debes estar haciendo una cosa con tus palabras y otra con tus acciones. Eso tarde o temprano cobrará un precio. Repitete a ti mismo. “Que sea Dios que ponga palabras en mi boca y guíe mis pasos hacia lo correcto, no hacia mi ego y vanagloria".

Perdonen quiero compartir algo que leí hoy. Se asemeja mucho a la canción del Peregrino que dice más o menos: “Caminante tú cambiaste, ya no te irás de aquí. Tu cambiaste tantas cosas en mi”. De Jesús diciéndole a quien hoy camina en su proceso o en su lucha o en su prueba o en su reto, o en su lucha interna en la que está más al borde de caer y alejarse de su presencia. En fin, lo que a seguidas expongo tiene mucha relación con esto que describimos. Hoy estamos acostumbrados a no luchar por mantenernos en los buenos valores. A no luchar por nuestros propósitos de vida. Perdemos con facilidad el entusiasmo por evitar romper los lazos que nos unen con otras personas, de amistad; de amor: y de valores. Cada día más estamos más comprometidos para con lo individual. Para solo pensar en sí mismos. Hoy pregonamos el soltar para tener que pasar por el proceso de luchar por lo que bien vale no perderlo. Todo esa fuerza y entusiasmo, solo podemos encontrarlo en Jesús. Como bien le pregunta Pedro en el texto que mostraré, ante la difícil prueba que considera, ¿a quién acudiremos? ¿Esa pregunta debemos hacérnosla nosotros ante lo que cada quien vive? Eres de lo que se quiere marchar de lo que te toca: sea sanar, evitar romper, reparar, reconciliarte contigo mismo y con los demás, en fin; dejarás de luchar junto al Hijo de Dios. No te permitas temer y echar hacia atrás sabiendo que tienes a quien no te  suelta.  Acojan el mensaje sin prejuicios ni tampoco importando , religión ni credo, solo el mensaje.