En cada paso que damos debemos tener en cuenta que debemos procurar aprender ser humildes en aceptar las correcciones que Dios nos envía por medio de Ángeles vestidas de personas. Cuidemos nuestros pasos, porque los males y tentaciones están siempre al acecho de que puedas dejar grietas abiertas de tu fortaleza o voluntad o de la razón. No seas soberbio ni presumido ni jactancioso; pensando que nada podrá tocarte sin andas caminando sin Él a tu lado. Y recuerda que por más mantos que intentas utilizar para quien tiene la luz, la verdad, el camino y la vida; no es suficiente. Permítete seguir en su presencia y no lo eches a un lado creyéndote autosuficiente y que nada podrá contra ti.
La manera de permanecer de pies ante toda adversidad, es solamente con la presencia de divina siendo tu guía.